La fotógrafa Antonia Peña cambia de mercado en la capital británica
10 oct 2012 . Actualizado a las 06:00 h.Con solo 23 años, la pontevedresa Antonia Peña firmaba fotos para la portada de Playboy. Se había hecho un buen currículo, montado su propio estudio en Madrid e incluso una empresa paralela de fotografías de boda. En el 2006, era una de las únicas tres fotógrafas en España que se dedicaba profesionalmente al desnudo, con otras sesiones para revistas Interviú o Maxim. Realizó exposiciones de sus trabajos más artísticos y llegó a elaborar alguno de esos calendarios benéficos que muestran el lado más íntimo de los bomberos...
De un día para otro, quien se quedó literalmente en cueros fue ella. «Después de una trayectoria increíble en todos los niveles (profesional y personal) me vi que no podía solventar mi nivel de vida, es decir, no poder pagar el estudio, pues casi todos mis clientes cerraron sus empresas y otros no tenían presupuesto para invertir en fotografía o publicidad».
En medio de la crisis, fue cuando se planteó el comenzar de nuevo. «Pensé, o bien estancarme en España e irme a Galicia a casa de mi madre... O seguir volando. Y aquí estoy volando...». Concretamente, voló a la capital británica, donde aunque llegó «con una mano delante y otra detrás» y sin apenas nociones del idioma, ha conseguido establecerse en año y medio como free lance y donde ha recuperado su faceta como fotógrafa de bodas, bajo la firma Dblanco, en referencia al color de las novias. En este apartado, su trabajo acaba de ser seleccionado para su exhibición en el prestigioso salón Designer Wedding Show, una de las citas ineludibles del sector nupcial para las altas esferas sociales de Londres, que se celebra este mismo fin de semana. Reconoce que está hecha un manojo de nervios, «pero estoy segura de que va a salirme genial, y voy ilusionada y a por todas».
«Aparte de definirme como buena fotógrafa -dice- ante todo soy una buena comercial, me vendo bien. Así que a los seis meses empecé con pequeños trabajos, pero al mismo tiempo iba conociendo a gente que me iba dando alguna oportunidad, con lo que he ido subsistiendo de mis fotos». Añade que en mayo se dio cuenta de que «Londres es mucho más que Madrid y que me iba a costar mucho más llegar donde había llegado. Todo lo que estoy haciendo son retos cada día, estoy en una ciudad durísima».
Otros proyectos
Así que tampoco todo son bodas. Entre sus próximos proyectos, también está el realizar trabajos fotográficos para el Royal National Ballet, la nueva campaña para la firma de moda Touché, o fotos para la famosa joyera Vanessa Kandiyoti. En su web, www.antoniapenia.co.uk, ella misma se autorretrata como especialista «en moda, glamur, erotismo y fotografía de comida» y destaca que su trabajo se dirige a la creación de «modernas y originales fotografías que ofrezcan al cliente distinción e imágenes provocativas».
En cuanto a las bodas, afirma que lo que busca es generar «una relación personal» con sus clientes, «considerando que cada pareja es única». «Verse involucrada en el día de la boda de alguien es un privilegio absoluto». Quizás ahora ella también puede decir que come perdices...
Después de haber firmado portadas en varias revistas, muchos de sus clientes cerraron
«Todo lo que estoy haciendo son retos cada día, estoy en una ciudad durísima»