Rubén tiene tres añitos y acaba de comenzar el curso en un colegio ourensano. Como cualquier niño de su edad la primera jornada estuvo marcada por dos sensaciones contradictorias: la ilusión de incorporarse a un colegio «de verdad» después de la experiencia en la guardería, y los nervios, incluso algo de miedo a lo desconocido. Sin embargo, Rubén es especial. Tiene síndrome de Down y necesitará apoyo para poder mantener el ritmo de sus compañeros de clase. Es el último ejemplo del proyecto educativo de la asociación Down Ourense que busca la integración de estos alumnos en el proceso educativo ordinario, tanto en el aula como en el resto del contexto escolar, como los recreos, el comedor y las actividades extraescolares.
El área de Inclusión Escolar de Down Ourense trabaja este curso con quince centros educativos de la provincia, tanto en los que hay niños pertenecientes a la propia asociación, como en aquellos que no son socios, y tanto para alumnos con este síndrome como con otras discapacidades intelectuales. Los profesionales de la entidad se desplazan a los colegios para trabajar con el profesorado e incluso con el resto de alumnos para facilitar el acogimiento y la integración del niño de forma normalizada, lo que garantiza el mejor aprovechamiento de la etapa escolar. También se organizan visitas de docentes a la sede de la asociación en la ciudad. «Así conocen el material con el que trabajamos y ven cómo es la labor de los distintos talleres de refuerzo educativo, logopedia y habilidades sociales en los que se atienden a usuarios en edad escolar, desde 3 a 21 años», explica la psicóloga Elena Vaamonde.
Desde noviembre del 2010 esta coordinación entre profesores y profesionales de Down Ourense está recogida en un convenio con la Consellería de Educación, pero además se ha creado un punto virtual de recursos para los docentes en http://educación.downgalicia.org.