Los ribereños se oponen a que solo se drague la zona de la concesión
29 ago 2012 . Actualizado a las 07:00 h.La renta media de las mariscadoras del Anllóns es este año un tercio de la conseguida en el mismo período del 2011, lo que pone de manifiesto las dificultades por las que atraviesa este colectivo. Curiosamente, el proyecto de venta directa elaborado por la entidad para el Grupo de Acción Costeira ha sido considerado ejemplar por parte de la Consellería do Medio Rural e do Mar.
Quizá por eso la Xunta ha empezado a trabajar para conseguir que se rebaje la cota de arena en la zona de la concesión marisquera. La entrada masiva de áridos, a causa del desgaste de la punta de la Barra, ha terminado con, al menos, un tercio de la concesión y amenaza al resto, aunque en los últimos tiempos el proceso parece haberse estabilizado.
A principios de este mes, en la Consellería de Medio Rural e do Mar se celebró una reunión para intentar desatascar el proyecto, que data del 2007 y que fue aprobado el año pasado. A pesar de eso, el alcalde de Ponteceso, José Luis Fondo, no confía en que las labores puedan realizarse en este ejercicio. Considera que los casi cinco millones que costará son demasiados para una inversión de este tipo.
Los trabajos corresponden a Costas, pero la Xunta ha puesto a trabajar a sus técnicos para realizar una batimetría (topografía submarina) en las áreas más afectadas. Al parecer, la pretensión es rebajar la altura de los áridos, pero solo en la zona de la concesión marisquera. Los ribereños se oponen a este planteamiento, que consideran que si no se despejan también los canales, el esfuerzo habrá sido en vano.
Para hacer frente a la pérdida de recurso, las mariscadoras rebajaron este año el tope máximo de capturas por persona y día. De los 30 kilos que se podían sacar el año pasado se pasó a los 17 actuales. Eso y la jubilación de cuatro profesionales ha hecho que en este ejercicio solo se haya recolectado 33.699 kilos de moluscos, frente a los 106.574 del ejercicio anterior. Ello ha supuesto que los ingresos por ventas pasara de los 522.450 de los primeros ocho meses del 2011 a los 199.395 actuales.
Ahora, las áreas de la concesión que están todavía en buen estado se encuentran llenas de cría, aunque no es seguro que toda ella llegue a ser aprovechable en cuanto alcance la talla comercial. Fuentes de la asociación de mariscadoras aseguraron que la configuración del fondo del estuario cambia al menos dos veces al mes, por lo que se desconoce cual será el futuro de los bivalvos.
Para el biólogo que lleva la concesión, la única posibilidad de recuperar la desembocadura del río pasa por el dragado de la arena. El incremento de la cota comenzó hace precisamente un año, cuando empezó a cambiar la punta de la Barra.