La jueza exige a la policía la lista de redadas hechas en el Tritón y el Luxor

Xosé Carreira LUGO / LA VOZ

FIRMAS

De Lara quiere saber las inspecciones efectuadas en los últimos cinco años en esos clubes

23 ago 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

La investigación a los clubes de alterne y también al comportamiento mantenido por los cuerpos y fuerzas de seguridad con relación a este tipo de establecimientos en la capital lucense sigue. La titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Lugo, Pilar de Lara, ha enviado oficios a la comisaría de policía lucense para saber con detalle cuál ha sido la actividad policial desplegada en los clubes de alterne Tritón, ubicado en O Corgo y el Luxor, en el cruce de la carretera de Castro, cerca de Rozas. Ambos establecimientos fueron la competencia del Queens y el Eros, ambos clausurados al comenzar la operación Carioca.

La petición efectuada no deja lugar a dudas. La jueza quiere revisar todo lo relacionado con estos dos establecimientos en las materias que son competencia de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado.

Pilar de Lara reclama que la policía le entregue los listados con todas las diligencias policiales, inspecciones, redadas y controles de extranjería llevados a cabo en los dos establecimientos ya citados desde el 1 de enero de 2005 hasta el 1 de enero de 2010. Además, quiere una copia compulsada de las citadas diligencias.

La documentación que los responsables de la comisaría lucense han de entregar a la instructora debe contener, sin falta, los días y horas de la práctica de tales diligencias, el resultado de las mismas, las detenciones practicadas y los expedientes de extranjería incoados a resultas de tales inspecciones, según figura en la providencia que ya fue distribuida entre las diversas partes que están personadas en este proceso que comenzó hace tres años.

Trato especial

Todos los indicios apuntan a que la instructora de la operación Carioca plantea establecer si el supuesto trato de favor dado por algunos agentes de los cuerpos y fuerzas de seguridad a los clubes a los que supuestamente estaba vinculado José Manuel García Adán, uno de los principales acusados, también pudo producirse en los otros locales o si, por el contrario, estos fueron inspeccionados con mayor intensidad.

Numerosas testigos que declararon a lo largo de la instrucción reseñaron como algunos empresarios tenían patente de corso y en sus establecimientos apenas había visitas policiales o estas supuestamente eran comunicadas previamente.

Mientras, otros empresarios se quejaron, incluso en declaraciones efectuadas dentro del proceso, que algún miembro policial le inspeccionaba constantemente.