Un bilbaíno vino a Lugo de vacaciones y le clonaron la tarjeta

Xosé Carreira LUGO / LA VOZ

FIRMAS

El afectado solo hizo dos pagos en sendas gasolineras de la ciudad

14 ago 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

La seguridad de las tarjetas de crédito está cada vez más en entredicho. El número de denuncias efectuadas por operaciones fraudulentas aumenta como la espuma. Uno de los últimos afectados por este tipo de situación fue un bilbaíno que vino a pasar unas vacaciones a Lugo, donde tiene familiares, y al final acabaron clonándole el documento de plástico con el que comenzaron a hacer compras a discreción. El afectado presentó denuncia de lo ocurrido ante la policía vasca.

El perjudicado explicó ayer que en su paso por Lugo únicamente efectuó dos pagos con la tarjeta. Ambos fueron de combustible en dos gasolineras, sin embargo sospecha que la clonación pudieron hacérsela en una en la que dejó durante algún tiempo el documento en poder del empleado mientras aprovechaba para comprar unos caramelos. Así se lo hizo saber a la policía en la correspondiente denuncia. En la otra estación de servicio en la que repostó, no perdió de vista en ningún momento la tarjeta.

El primer pago de combustible lo efectuó el día 18 de julio y fue ese día cuando no tuvo contacto en todo momento con la tarjeta. El segundo lo realizó el día 30 del mismo mes, poco antes de volver a Bilbao.

En todo el tiempo en que permaneció en Lugo no volvió a utilizar el sistema de pago. El afectado dijo que no era muy partidario de las tarjetas por los riesgos que conllevaban y recordó que únicamente pagaba los repostajes del coche.

El 1 de agosto, estando ya en Bilbao, fue al banco para saber si le ingresaran la nómina y efectuó una retirada de dinero con la tarjeta. A los pocos días fue su mujer, intentó sacar y no lo consiguió. Los empleados del banco le confirmaron que no tenía ni un solo euro de fondo. Le recordaron, además, que aparecían varios cargos por compras realizadas a través de Internet. Fue en ese momento, cuando el afectado se percató de la estafa. Cuando procedió a revisar los movimientos registrados en la cuenta se encontró que, además de los realizados en las gasolineras de Lugo, había cuatro operaciones efectuadas a través de la red, cada una de ellas por un importe ligeramente inferior a los 200 euros.

Incluso en el banco le comprobaron que había un quinto intento, sin embargo en ese momento la tarjeta ya no funcionó porque en la cuenta no había ya fondos. Todas las operaciones fueron cargadas desde diferentes establecimientos de Lima, en Perú.

Cargo no efectuado

Además, un lucense formuló una denuncia ante consumo como consecuencia de un cargo efectuado por una compañía aérea en su tarjeta, sin concederle ningún tipo de aclaración a qué correspondía el importe que no tenía nada que ver con un vuelo, a pesar de que la factura que le remitieron por correo electrónico daba un código de reserva.

El afectado no pudo saber, por ahora, si el cargo fue efectuado por terceras personas ajenas a la compañía y si es de esta a qué corresponde. Con el Código correspondiente no logra saber la razón del cobro.