La Marina de Kenia deja Ribadeo

José Francisco Alonso Quelle
JOSÉ ALONSO RIBADEO / LA VOZ

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Pocas horas le quedan al «Jasiri» para dejar el puerto de Ribadeo.
Pocas horas le quedan al «Jasiri» para dejar el puerto de Ribadeo. p.l.< / span>

El «Jasiri» se irá en unos días, siete años después de su botadura

03 ago 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

El KNS Jasiri conocerá al fin más aguas que las de Galicia, La corbeta construida en Astilleros Gondán (Castropol) y botada en el 2005 para la Marina de Kenia alimentó durante años una leyenda en la que no faltó de nada, desde presuntas tramas de corrupción a piratas somalíes y un aura de buque fantasma, tras permanecer cuatro años fondeado en el puerto de Sada sin más tripulantes que unos vigilantes jurados.

El buque fue el último de una fructífera relación entre Gondán y el Gobierno keniano. Con sus 85 metros de eslora se presentó en su momento como el más rápido construido por Gondán, capaz de alcanzar los 28 nudos. El KNS Jasiri se catalogó como un barco de investigación oceanográfica, pero a nadie escapó nunca que se trataba de una corbeta de guerra, a la que solo falta instalar los cañones. En el año 2007 dejó el muelle de Ribadeo y fondeó en Sada, al parecer para realizar las pruebas de mar. Pero surgieron los problemas y noticias que hablaban desde problemas de pago hasta que el buque se vio implicado en un caso de corrupción que llegó a un tribunal internacional en Francia.

El barco comenzó así a gestar su leyenda hasta que hace un año, el Jasiri regresaba a Ribadeo, porque a Gondán le salía gratis tenerlo amarrado en el muelle en tanto buscaba un nuevo comprador. Finalmente, las diferencias económicas con entre Gondán y Euromarines Industries (la empresa a la que originariamente el Gobierno de Kenia había encargado al embarcación) se solventaron.

Y tras esta rocambolesca historia, el Jasiri zarpará rumbo al océano Indico, que baña Mombasa. Según fuentes de Gondán, zarpará a lo largo de la próxima semana. A bordo irá un numeroso número de kenianos que desde hace semanas está en Ribadeo, cuya presencia no ha pasado desapercibida. Tampoco lo pasó la visita de autoridades de Kenia hace unos días para asistir a la entrega oficial de la embarcación. Intentaron que nadie lo supiese, pero no lo lograron. Los coches de alta gama con cristales tintados aparcados en el Parador lo impidieron. Probablemente una historia como la del Jasiri, de secretos y misterios, no se merecía otro final.