Corea llama a las puertas de Galicia para poner en orden su acuicultura

espe abuín REDACCIÓN / LA VOZ

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CARMELA QUEIJEIRO

Produce 55.000 toneladas de nupchi y busca tecnología en la comunidad

22 jul 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Corea del Sur ha descubierto que Galicia es toda una potencia acuícola, de las de primer orden. Y ha visto que esta comunidad, en la que un día sus técnicos aterrizaron por pura casualidad, puede ayudar a poner en orden su propio sector, lastrado por determinadas carencias biotecnológicas que los gallegos han conseguido solventar después de muchos intentos y años de experiencia en I+D+i.

Hablar de deficiencias tecnológicas en la patria de Samsung y Hyundai parece un contrasentido, pero es así. La acuicultura coreana, aunque con mucho potencial, está en sus albores, en una situación parecida a lo que era la gallega hace décadas, cuando aún quedaba mucho por descubrir técnica y biológicamente.

Salvando esa brecha en la evolución, la acuicultura de Corea tiene ciertos paralelismos con Galicia: una elevada demanda de pescado; que cultiva un pez plano, el nupchi, de fisonomía parecida al rodaballo y al lenguado, estrellas (con permiso del mejillón) del sector acuícola gallego, y que su especie tiene problemas patológicos parecidos, aunque, en el caso gallego, ya superados.

Pero Corea no solo necesita vacunas, tecnología específica de cultivo larvario o sistemas de manejo. Su sector puede encauzar la senda del despegue si aplica el sistema organizativo de los acuicultores gallegos, señala Santiago Cabaleiro, director del Centro Tecnológico Gallego de Acuicultura (Cetga), con el que los productores asiáticos han contactado y que ha sido testigo directo del sistema de producción del país asiático.

El nupchi

Los productores de nupchi tienen «muy buenas instalaciones». Y, por supuesto, no falta personal altamente cualificado en un país que ha demostrado que se maneja bien con la tecnología punta. Pero el sistema de producción en acuicultura no es aún del todo operativo.

Cabaleiro sostiene que las 55.000 toneladas de nupchi que comercializan los coreanos, y por las que obtienen anualmente unos 600 millones de dólares (el kilo se vende a unos 12 dólares), podrían aumentar exponencialmente si se ordena el sector y se controlan más eficientemente las técnicas de reproducción, selección genética y otros parámetros. En definitiva, el sistema productivo podría verse muy mejorado con la implantación de los sistemas de trabajo y la tecnología que se ha desarrollado en Galicia en cuestiones como densidades de cultivo, alimentación, patologías...

El trabajo de Galicia sería integral. Exportaría tanto tecnología de vanguardia como un modelo empresarial que funciona. Y todo por el buen hacer de Galicia en acuicultura y porque ha sabido, o por lo menos lo ha intentado, salvar la brecha cultural y la idiosincrasia que distancia a Oriente y Occidente y que hace tan difícil la colaboración entre pueblos de ambas latitudes. Es ese un problema «que a día de hoy está superado», dice Cabaleiro, que se muestra muy satisfecho con el alto grado de entendimiento y confianza que se ha conseguido.

Que el Cetga pueda dar una mano a Corea del Sur es posible porque la transferencia del saber hacer no va a interferir en el desarrollo gallego. No va a competir con Galicia, porque lo que producen lo consumen en el mismo país. Y el más que probable incremento de la producción que se derivará de esa colaboración, también. Es más, según el director del centro tecnológico, Corea puede ser incluso un mercado potencial para los productores gallegos, que pueden introducir allí su lenguado y su rodaballo, aparte de servir de puerta de entrada a países como Birmania, China y Japón.