Incertidumbre y desconocimiento, sobre todo, y también alguna protesta es el balance de estos primeros días desde la puesta en marcha del sistema de copago de medicinas, según aseguran en farmacias consultadas en Viveiro y Burela. «Van asumiendo el copago, preguntan sobre lo que les corresponde, y la mayor parte lo aceptó bien. La gente que más protesta suele ser la que más dinero tiene», señalaron con cierta dosis de ironía en una farmacia viveirense.
Sin embargo, lo que más preocupa a los farmacéuticos mariñanos es que algunos pacientes se queden sin los medicamentos para sus tratamientos, muchos de ellos relacionados con el colesterol, la hipertensión o analgésicos.
«Sí hay desabastecimiento de algunos genéricos, por un fallo reconocido por el Ministerio con respecto al precio menor que no ha sido actualizado con los laboratorios, no lo podemos dispensar, y así se rompe el tratamiento que siguen, porque el paciente se tiene que volver a casa sin el», explicaban en Burela. La lista de los 550 es la afectada con esta situación sobre la que los farmacéuticos desconocen cuándo estará subsanada y temen que pueda generarse cierto caos. Si existe medicamento sustituto, los jubilados son los que más se resienten, «se lían con las cajas», explicaban desde Celeiro.