Toneladas de basura contaminan el exterior del vertedero de Aríns

nacho mirás SANTIAGO / LA VOZ

FIRMAS

SANDRA ALONSO

Los vecinos exigen una limpieza de urgencia en pistas y cauces fluviales

11 may 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

«¿É vostede o que nos vai sacar esta merda de aquí?». La pregunta la lanza el propietario de una finca situada en Fornás, frente al antiguo vertedero de Aríns, mientras intenta, sin mucho éxito, retirar la basura que cubre el río Santa Lucía. El hombre ha tocado fondo, igual que sus vecinos. La imagen de sus caballos pastando en un prado que linda con un cauce fluvial sería idílica si no fuera por las toneladas de basura, materia orgánica en descomposición, escombros, trastos de todo tipo y material de obra que se acumulan en el exterior del antiguo vertedero, hoy completamente abandonado; esto sí que son activos tóxicos y no los de los bancos.

Dice el afectado que cada hora que pasa sin que nadie ordene hacer una limpieza es una hora que la contaminación y los líquidos inmundos que hay bajo la capa de basura se filtran a los acuíferos, al río y, consecuentemente, a la cadena alimenticia. Su vecino ha desistido incluso de echar este año las patatas, por lo que pueda ocurrir.

En Fornás hay bastante ganado. Vacas y caballos abrevan, precisamente, en los regatos donde se deposita la contaminación. Por si no era bastante grave la situación en el exterior de la instalación, el robo de la máquina depuradora que filtraba las aguas del vertedero ha complicado más el problema. En los últimos días, la lluvia se ha llevado directamente al río una sustancia blanca, viscosa y pestilente que se acumula delante de la entrada de una de las pequeñas casetas que fueron asaltadas hace dos semanas. Los ladrones se llevaron no solo la maquinaria, sino depósitos, cuadros eléctricos, cableado y cualquier cosa de valor que encontraron. Todavía se pueden ver en el exterior de los edificios saqueados los guantes que dejó la policía científica, seguramente buscando huellas de los autores del asalto. «Para cando chegou a policía desde que chamei eu -relata el vecino- os ladróns xa podían estar en Madrid».

La situación es tan grave que Santiago de Compostela, capital de Galicia, tiene ahora mismo el triste mérito de contar con uno de los vertederos incontrolados más grandes de la comunidad. Hace unos días, la concejala María Castelao decía que la policía había aumentado los controles para evitar que se sigan depositando escombros en la entrada del vertedero. Pero matizaba que los agentes no podían pasarse el día vigilando. Aunque ordenar una limpieza de urgencia no parece tan complicado, nadie se ha dignado a dar la orden. Y mientras, el marrón tóxico se lo comen los vecinos, sus fincas y su ganado.

Llama la atención la gran cantidad de restos de la obra del AVE. Carteles, que identifican a la UTE adjudicataria están metidos en el cauce del río, en las pistas... por todas partes.

Sacos de patatas podridas, restos de animales muertos, ropa, gomas, lavadoras, incluso una caravana Bustner City completamente desmantelada, así como azulejos, bolsas fétidas llenas de restos orgánicos... Por haber, hasta hay una guitarra metida directamente en el río

Al margen del problema burocrático que se plantee en la gestión del recinto, en Fornás es fundamental una limpieza de urgencia y que tome medidas, si acaso, un ente superior, como la Consellería do Medio Ambiente. Bastaría con que un solo político pusiera un pie en la zona para que se le cayera la cara de vergüenza. Mientras eso no pase, el vecino de los caballos no oirá la respuesta a su pregunta.