Valerón, el regalo mágico en una fiesta de jubilación

FIRMAS

18 abr 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Para Milagros fue un milagro. Sus compañeros de trabajo del Acuario le organizaron una cena con motivo de su reciente jubilación. Hasta aquí lo habitual. Con lo que no contaba esta mujer es que la convocatoria incluía una sorpresa en forma de futbolista de Arguineguín. Justo antes de empezar a cenar apareció Valerón en el salón del hotel NH Atlántico donde se celebró el homenaje. Milagros, gran admiradora del jugador, alucinó. Ahí los tienen, como es habitual en ellos, sonrientes. Sí, porque Milagros Varela Sánchez, al igual que el deportivista, nunca se despega de la sonrisa. Mila, como le llaman los amigos, trabajó en el servicio de limpieza del Aquarium Finisterrae desde su inauguración. A pesar de tratarse de un trabajo bastante duro, lo normal era encontrársela canturreando mientras pasaba la mopa por la sala Nautilus. Además de limpiadora, en muchas ocasiones ejerció de guía, ordenanza y de lo que hiciese falta. Y siempre sonriente. No me extraña que sus compañeros se hayan esforzado a la hora de preparar una fiesta de jubilación con Valerón como regalo mágico.

Muchas sonrisas

Y seguro que alguna lágrima de los no que sean seleccionados. Durante toda la tarde de ayer se celebró en el Palacio de la Ópera una prueba muy especial. Las firmas Drive Entertainment y Vértigo Tours convocaron una audición para seleccionar a tres chavales que a finales de julio tendrán que interpretar el papel de los tres hijos pequeños del capitán Von Trapp en el musical Sonrisas y lágrimas. «Hay más de un centenar de niños y niñas y nos está sorprendiendo el gran nivel y desparpajo de todos», comentan los responsables, que hasta dentro de diez días no darán a conocer los nombres de los elegidos. En total seleccionarán a quince chavales, cinco por personaje, que acudirán en el mes de julio a un taller de preparación. Finalmente quedarán nueve que se repartirán las actuaciones en las distintas funciones.

Salón de belleza canino

Noelia Santos se merece tener suerte en la vida. Ayer inauguró en la rotonda de entrada a Santa Cristina un salón de belleza canino en el que venden accesorios y productos de alimentación. «También atendemos a gatos y conejos, pero lo que más se trabaja es con perros», destaca Noelia poco antes de la inauguración. «Tengo siete años de experiencia trabajando y haciendo cursos y, en vista de los tiempos que corren, decidí montar un negocio por mi cuenta», asegura. Decía que Noelia se merece tener suerte porque es una mujer que dedica su tiempo libre a ayudar a los demás. Tras visitar la India colabora activamente con la oenegé Sonrisas de Bombay y también lo hace con otra organización, Tierra de Hombres, que trae niños de África para que sean operados en A Coruña. ¿Saben quién duerme en el hospital al lado del pequeño? Sí, Noelia, que también es voluntaria de Aspronaga.