Souto dibuja el gol de su vida

antón bruquetas REDACCIÓN / LA VOZ

FIRMAS

El extremo del Cerceda acabó una contra con tres recortes de auténtico crac

20 mar 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

«Si este gol lo hubiese marcado un jugador de Primera, estoy seguro de que se vería en todos los lados». A Nando, el entrenador del Cerceda, no le cabe la menor duda de que la jugada que concluyó este domingo en el empate de su equipo frente al Fabril es especial, propia de los prodigios del fútbol mundial. Pero quien la firma no sale todos los días en la televisión. Es un humilde jugador de Tercera División.

José Manuel Souto Bestilleiro (Caracas, Venezuela, 1983) viste desde hace nueve temporadas la camiseta del Cerceda. Y el pasado fin de semana anotó «el gol más bonito» de toda su carrera. Sin embargo, para él todo ocurrió demasiado «deprisa, como en décimas de segundo». Hasta tal punto que ayer necesitó repasar las imágenes para apreciar con detenimiento la maravilla que había creado sobre el césped. «Mi compañero Xaco lanza un contragolpe y cuando llega hasta los centrales me envía el balón», comenta el extremo mientras recuerda la acción. «Entonces veo al lateral que sale a bloquear mi disparo y hago el primer quiebro», recalca.

En cuanto desequilibra al defensor, Pablo Insua, uno de los jóvenes con mayor talento de Galicia, trata de cortar su internada en el área del Fabril. Pero Insua pierde la verticalidad por culpa de un nuevo recorte del futbolista del Cerceda. «Compruebo -indica el autor del gol- que me echo encima del portero [Marc Martínez] y que me está cubriendo muy bien el hueco para disparar a portería». Por eso se decanta por un nuevo recorte y el guardameta blanquiazul no es capaz de reponerse del engaño. Y ya libre de cualquier obstáculo utiliza la pierna izquierda para alojar la pelota en el fondo de la red.

Un golpeo defectuoso

«La verdad -confiesa- es que la pegué un poco mordida y pienso que gracias a este fallo ningún defensa pudo taponar el disparo». En este sentido, Souto señala que sus compañeros le gastaron al finalizar el partido bromas acerca de la manera en que había rematado la jugada. «Decían que por poco no la meto y esas cosas», apunta mientras sonríe. También Nando se dirigió a él al finalizar el partido. El entrenador, que acostumbra a vivir cada minuto con pasión, le dijo: «Hice más quiebros yo en el banquillo que tú en el campo. Si no llegas a hacer el gol, te iba a matar».

«El balón bota un poco antes de que la golpee y por eso sale mal», recalca Souto, quien añade: «Como comenté antes, pienso que fue la pizca de suerte que se necesita siempre para marcar».

Echando la vista atrás, a los años que lleva dedicado al fútbol, no recuerda que haya protagonizado una jugada con tanta calidad. «Esta temporada le hice un gol de vaselina muy bonito al Pontevedra, pero este es mejor», apunta. La acción contiene ese gambeteo tan propio de Sudamérica, el continente donde este gallego comenzó su formación como jugador.

Dribla al lateral

El extremo del Cerceda observa cómo el lateral sale a bloquear su disparo y se decanta por un recorte que deja al contrario tirado en la hierba

Se deshace del central

Continúa su internada en el área y uno de los centrales del Fabril trata de frenar su avance. Un nuevo quiebro le permite deshacerse de él

Salva la salida del portero

Rápidamente el guardameta blanquiazul sale a su encuentro y al ver que le cierra las opciones de disparo, Souto amaga por tercera vez

Y dispara con la izquierda

Por último, el futbolista queda libre de marcaje y utiliza la pierna izquierda para finalizar. Su disparo sale mordido, pero el balón acaba en la red