Pontevedra vivió hace medio siglo su última fusión municipal

Serxio Barral Álvarez
Serxio Barral PONTEVEDRA / LA VOZ

FIRMAS

La capital se anexionó en 1960 el antiguo ayuntamiento de Ponte Sampaio

16 mar 2012 . Actualizado a las 06:00 h.

Ahora que la política y la economía han devuelto a las fusiones entre ayuntamientos al primer plano de la actualidad, Pontevedra puede echar la vista atrás y recordar que la actual configuración del municipio es fruto diversas anexiones que se llevaron a cabo en los últimos 150 años. No cabe hablar de fusiones, ya que en todos los casos se cumple aquello de que el pez grande se comió al chico, y Pontevedra fue sumando sucesivamente los territorios de los antiguos ayuntamientos de Alba, Mourente y Salcedo, a finales del siglo XIX, y de Xeve y Ponte Sampaio, ya en el XX.

Un repaso a diversos volúmenes publicados sobre la historia del concello permite trazar un breve recorrido por esas anexiones que comenzaron en 1869 y concluyeron hace apenas medio siglo, en 1960.

Después de la promulgación de la Constitución de Cádiz, que ahora cumple doscientos años, lo que hoy es el ámbito territorial del municipio capitalino estaba integrado por seis entidades administrativas diferentes. Por un lado, estaba la ciudad de Pontevedra, que solo incluía a la parroquia de Verducido y se convirtió en la referencia para los pequeños municipios que la rodeaban. Estos eran: Alba, que incluía también a Campañó, Cerponzóns y Lérez; Mourente, que agrupaba a Bora, Marcón y Tomeza; Salcedo, del que formaba parte Lourizán; Xeve, que estaba constituido por Santa María y San Andrés; y Ponte Sampaio, que incluía A Canicouva.

Claro que eran tiempos, y así se recoge en las crónicas de la época, en que se hablaba de «Puente Sampayo» o de «Geve». Lo de la normalización lingüística aun tardaría mucho en implantarse, pero esa es otra historia.

Siguiendo con la configuración municipal, a mediados del siglo XIX comenzaron a gestarse cambios. Pontevedra trató de extender su territorio, aunque durante algún tiempo solo encontró rechazo en los municipios vecinos. Los cambios no comenzarían hasta 1869, cuando Pontevedra se anexionó los municipios de Alba, Mourente y Salcedo, con lo que automáticamente el municipio quedó formado por una decena de parroquias del rural.

Casi un siglo después, en 1944, el ámbito territorial de Pontevedra volvió a crecer con la integración del municipio de Xeve, algo que se había intentado en el pasado y no fraguó hasta después de la Guerra Civil. .

Y por fin, en 1960, hace apenas cincuenta años, se resolvió la incorporación de Ponte Sampaio después de que el alcalde de dicho municipio alegase las dificultades del consistorio para abonar nóminas y prestar servicios. Algo que, 52 años después, parece reproducirse en multitud de pequeños concellos.

Esa fue la última variación que experimentó el territorio de Pontevedra. Siempre mediante anexiones, que no fusiones.