Una epopeya en casa de Homero

nino soto PONTEVEDRA / LA VOZ

FIRMAS

El gallego Juan José Solla empezó de preparador en el Volos y acabó en el Kerkira griego

02 mar 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

El viaje del gallego Juan José Solla a Grecia tiene todos los ingredientes para convertirse en una odisea. En tierra de Homero, no podía faltar la epopeya. Oriundo de Redondela, Juan José Solla, de 36 años, aterrizó este verano en Atenas para convertirse en el preparador físico y segundo entrenador del Olympiakos Volou. Junto con Javi Gracia, extécnico del Pontevedra, fichó por el equipo de la ciudad de Volos con un ineludible objetivo: acceder a la Europa League. El club había finalizado quinto en la Primera División griega en la temporada 2010-11 y estaba a una sola eliminatoria para disputar la antes llamada Copa de la UEFA. Sin embargo, un cálido día de agosto los titulares de la prensa del país del Partenón saltaron por los aires. La UEFA, el órgano rector del fútbol europeo, expulsó de la competición al Olympiakos Volou al implicarlo en una supuesta red de amaño de partidos.

«Fue una decisión puramente política», sostiene Juan José Solla. «El presidente del equipo es algo así como el Gil griego, no se callaba ante nada». De hecho, el redondelano recuerda que, de momento, el supuesto escándalo no se ha resuelto. «Tampoco hablaron de qué partido se había comprado o a qué jugadores», detalla. No obstante, el Olympiakos Volou también fue expulsado de la liga griega, y su máximo responsable acabó entre rejas. Solla y Javi Gracia quedaron en tierra de nadie, a unos 2.000 kilómetros de casa. Pero ninguno se adentró en la caverna de Platón. Pronto comenzaron a llegar ofertas. Finalmente, cambiaron los aires de Volos por Corfú, una isla de unos 100.000 habitantes bañada por el mar Jónico.

Juan José Solla aceptó la oferta del Kerkira para convertirse en el preparador físico y segundo entrenador. El equipo era colista y sumaba solo dos puntos. La salvación se antojaba complicada. Ahora está en puestos de descenso, pero empatado a 18 puntos con el del primer puesto de permanencia, que ocupa el Giannina. «El objetivo que nos plantearon a Javi Gracia y a mí fue el de la salvación -detalla-. Es un camino duro». Solla, que trabajó en las categorías inferiores del Celta y estuvo tres años en el Pontevedra, dedica gran parte de su tiempo al trabajo. La adaptación a una vida lejos de España fue sencilla. Por las mañanas hay entrenamiento, descansa para comer, y por las tardes es el momento de ultimar la próxima sesión preparatoria, elaborar informes de los jugadores del Kerkira y del próximo rival de liga o de copa.

A diez minutos del trabajo

Vive en una casa, a diez minutos en coche de su trabajo, y amigos y familiares que viajaron al país heleno para visitarlo afirman que tiene «las mejores vistas de Corfú». En su día libre aprovecha para conocer mejor la isla, cuya ciudad vieja fue declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad, o se desplaza en barco hasta Albania o la Grecia continental. En su día a día, se comunica en inglés con la plantilla del Kerkira, aunque poco a poco se va familiarizando con la lengua de Sócrates y Heráclito. «Al estar siempre con gente que habla griego, aprendes, aunque no lo dominas, claro». «También me sorprende -dice- la cantidad de café que se consume».

«El objetivo que nos planteó el Kerkira a Javi Gracia y a mí es

la salvación. Es un camino duro»

Segundo entrenador del Kerkira