Una posible solución que camina sobre la cuerda floja y contra el tiempo

La Voz

FIRMAS

26 feb 2012 . Actualizado a las 07:04 h.

En una guerra en la que seguramente nadie es al cien por cien inocente -el constante enfrentamiento entre sindicatos tampoco ayudó nunca a clarificar las cosas- el proceso concursal se convirtió en un tortuoso ir y venir de recursos y contrarrecursos. A día de hoy, es precisamente un recurso interpuesto por los antiguos propietarios de Alfageme, paradójicamente contra los avales que les concedió la Xunta, el que está entorpeciendo una solución definitiva para la conservera.

Hace algunos meses el grupo cántabro El Consorcio presentaba una oferta para hacerse con las fábricas de Ribadumia y Vilaxoán y retomar en ellas la actividad industrial. Su propuesta recibía el apoyo de la Xunta, que se comprometía a aportar ayudas por importe de nueve millones de euros, mientras la empresa adquiría el compromiso de mantener, al menos, 150 puestos de trabajo. Todo indicaba que los largos años de lucha de las trabajadoras iban a tener un final feliz, pero un nuevo nubarrón amenaza la continuidad de Alfageme.

El recurso de los propietarios por los avales sigue adelante, la Xunta dice que no puede aportar ese dinero si no hay una sentencia firme, los bancos implicados en el proceso -Novacaixagalicia y Banco Popular- tampoco quieren comprometerse si no tienen garantías. Llegados a este callejón sin salida, la administración concursal advierte que no puede dilatar eternamente los plazos y que, si no se resuelve pronto, tendrá que liquidar la empresa y venderla por lotes. Los sindicatos exigen una intervención política, y la Xunta dice que no puede hacer más. Las negociaciones continúan contra el reloj.