No habrá paz para los presentadores ni para sus guionistas

La Voz

FIRMAS

21 feb 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Eva Hache cantó, bailó, cambió de vestidos, monologó, improvisó y se replicó a sí misma, pero no convenció en su primera experiencia en los Goya. No perdió la compostura, ni sus maneras de hablar, pero sus monólogos quedaron por debajo del que realizó Santiago Segura y que habría sido un buen monólogo de apertura.

Mientras Segura puede conseguir trabajo como futuro presentador de la gala, Hache y su equipo no quisieron dejar escapar ni siquiera alguna crítica al tono del discurso del presidente y sus dos vicepresidentas. Obligó a cantar a Pedro Almodóvar, quien ya desafinaba en sus tiempos con McNamara. Cantó Banderas con aproximación latina, pero los que cantaron salieron algo trasquilados y sin Goya al terminar la fiesta.

La foto final del cine español es masculina y con pajarita. El ministro se fue tranquilo para casa porque nadie quiso achuchar contra la reforma laboral ni recordar las manifestaciones de la mañana dominical. Aunque casi todos los que estaban allí son autónomos. No hubo mucha política y la que hubo llegó de la voz de dos mujeres, y ninguna fue la presentadora.

Eva Hache entendió casi en directo que los trending topics estaban en su contra por más que su estilo de humor es bastante de Twitter: breve, afilado y, solo por veces, frívolo. Hache no ganó del todo, Santiago Segura parece que sí. Por más que el director de Torrente no dejó de echar la llorada antes de pasar al ataque sobre chalés y mansiones.