Los responsables del Encontro Irmandiño preferirían resolver sin rupturas la difícil situación en la que la escisión pone a sus concejales. Por eso propusieron en su momento al BNG un pacto general que les permitiese mantener la unidad de acción en los Ayuntamientos, una posibilidad que permitiría agotar los mandatos sin que la ruptura tuviese en la práctica trascendencia a nivel municipal. Pero la dirección del Bloque cree que lo lógico es que quien se marche de la organización deje también los cargos públicos que consiguió con sus siglas.
Ahora les toca a las asambleas locales resolver el dilema. La de Quiroga es una de las que lo tendrá difícil. En este municipio, el BNG tiene dos concejales. Su candidato a la alcaldía, Anxo Rodríguez, está en el Encontro Irmandiño. Ayer admitía que seguirá a sus compañeros y saldrá del BNG. En cambio, Xavier Castro, su compañero de grupo ya ha decidido quedarse. En Quiroga, la asamblea se celebrará el día 25. Anxo Rodríguez es partidario de no romper el grupo municipal, aunque solo sea por cuestiones puramente prácticas. Si él quedase como no adscrito o como independiente, los dos pasarían al grupo mixto con el único concejal del PSOE, lo que limitaría sus capacidad de maniobra.