Una delegación feliz disfrutando de la fiesta de su partido

M. Ch. sevilla / enviado especial

FIRMAS

19 feb 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Juntos... y revueltos. Risueños, enhiestos, henchidos. Abrazo va, biquiños vienen. Mucho tejano, bastante color noche hispalense en las ojeras, cero corbatas, poco tacón de aguja, lo sport por doquier. Los 300 de Feijoo en un congreso sin Termópilas, sin guerras ni batallas; de seda en el fondo y satén en las formas. Buen rollo.

La delegación gallega en el cónclave, cuarta más numerosa gracias a sus 317 compromisarios (10 % del global), vive en Sevilla un fin de semana, este, de fiesta. Asisten sus miembros, sí, a ponencias, debates e intervenciones, pero sin ansias de antaño. Todo ganado, nada que perder; acaso cuota de poder interno, aliciente que en realidad no lo era para el común de ellos.

Con Feijoo se ha desplazado al sur una mitad de su Gobierno, cuatro conselleiros: Alfonso Rueda, Beatriz Mato, Javier Guerra y Jesús Vázquez, a quienes se ha unido, como si todavía formase parte de la Xunta, Pilar Farjas, titular de Sanidade hasta que esta Navidad cogió las maletas para marcharse a Madrid.

Hoy las agarrarán todos, pero para irse por donde vinieron, de regreso a Galicia. Ayer, en la antesala de eso, posaron juntos y en grupos: de amistad, provinciales... Tantas fotos se hicieron que algunos hasta se perdieron el discurso de Aznar.