La plantilla de Alfageme se encierra en el Igape para forzar una solución

maría santalla VILAGARCÍA / LA VOZ

FIRMAS

MARTINA MISER

La CIG considera insólito que se deje la negociación en manos de los Lago

14 feb 2012 . Actualizado a las 15:00 h.

A primera hora de la mañana de ayer, un autobús con sus 55 plazas cubiertas salía de Ribadumia para llevar hasta Santiago a otras tantas trabajadoras de Alfageme. El destino de la expedición eran las dependencias del Igape en la capital gallega, donde la plantilla mantuvo un encierro para intentar forzar una solución. Después de que a finales de la semana pasada la Xunta hiciese público un informe jurídico según el cual no se pueden pagar los avales mientras no exista una sentencia firme, la propia Administración autonómica decía que una de las fórmulas para intentar sacar adelante la venta de Alfageme al Consorcio pasaba por que los bancos llegasen a un acuerdo con los antiguos propietarios del grupo conservero.

Esta es, precisamente, la vía que se está intentando, una opción que al sindicato CIG no le gusta en absoluto. «O que non se pode é deixar nas mans da familia Lago, que foi a que provocou todo isto, a solución», argumentaba ayer la sindicalista Rosa Abuín. Ahora bien, aún incidiendo en lo paradójico de esta situación, Abuín también dejaba claro que «con tal de que se chegue a un acordo, danos igual quen negocie», aunque, en su opinión, la Xunta debería estar presente en esos contactos.

Reuniones y negociaciones

A lo largo de su encierro, que mantuvieron durante toda la mañana, celebraron una primera reunión con responsables del Igape en la que se les comunicó que se había llegado a un acuerdo con Novagalicia Banco y que seguían negociando con el Banco Popular, por lo que se emplazó a las trabajadoras para un encuentro más tarde en el que se les explicaría el resultado de las negociaciones que se estaban manteniendo a lo largo de la mañana.

Finalmente, esa nueva cita se produjo, pero con pocas novedades. Las conversaciones continuaban, y lo harían a lo largo de la tarde. Así que la plantilla decidió abandonar el cierre y dar un nuevo margen de confianza, hasta hoy, a la espera de que efectivamente se alcanzase una solución.