La costura y el buen gusto reinan en la segunda jornada de la pasarela de Madrid

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Diseños de Amaya Arzuaga
Diseños de Amaya Arzuaga JUAN LAZARO

Schlesser, Ailanto, Torreta, Juanjo Oliva, Miguel Palacio, Arzuaga, Sardá y Lemoniez han sido protagonistas

03 feb 2012 . Actualizado a las 13:24 h.

La costura y el buen gusto han estado hoy presentes en la segunda jornada de la pasarela Madrid Fashion Week de la mano de las colecciones de Ángel Schlesser, Ailanto, Roberto Torreta, Amaya Arzuaga y Lemoniez.

Ángel Schlesser

El modisto se ha reinventado esta vez, eso sí, dentro de las coordenadas del buen gusto y del buen hacer. Los volúmenes y los contrastes han sido la novedad de este diseñador que evoca a la sencillez de las líneas para crear hermosos y femeninos looks. Faldas de capa y de corte de sirena, abrigos de hombros cuadrados, pantalones pitillo, monos, camisas amplias, blusas con lazada al cuello y canguros configuran su colección otoño-invierno 2012-2013.

Con un encaje que dibujaba figuras geométricas, Schlesser ha confeccionado vestidos camiseros de exquisito gusto, así como faldas rectas por encima de la rodilla; un traje de chaqueta de príncipe de gales conjuntado con una camisa dorada ha entonado un canto a la elegancia. La paleta cromática del diseñador se ha movido desde el color avellana hasta el negro, pasando por el burdeos, el rosa empolvado, el canela y el gris, tonos que adquirían mayor o menor protagonismo en función de la prenda. Ha resultado muy divertido un abrigo rojo de charol, así como prendas confeccionadas en bassarik, piel parecida al visón, pero mucho más económica. Basándose en la feminidad que reinó en la década de los 40, Schlesser ha mezclado prendas muy urbanas con otras mucho más deportivas y con claro acento casual.

«En esta ocasión he apostado por los contrastes y me apetecía mezclar prendas muy vestidas, de noche con otras de inspiración informal», ha dicho el costurero. Para la noche, Schelesser ha presentado vestidos y faldas de lentejuelas rosas y grises combinadas con georgette de seda.

Lemoniez

Olvidándose de la esclavitud de las tendencias, Lemoniez, dejando fluir los tejidos, ha querido ofrecer a la mujer la libertad de vestir como ella lo desee. «He querido jugar con la cultura de oriente y la estética del floclore cosaco», ha explicado hoy Lemoniez. Y para ello ha presentado abrigos urbanos con cuello mao, vestidos y túnicas abotonados por delante y prendas de punto con estampados geométricos; una colección abrigada, con cuellos cerrados.

Muy sexys han resultado sus faldas por encima de la rodilla con grandes aperturas laterales combinadas con cuerpos muy recatados. Y cómo no, fiel al estilo marinero, Lemoniez ha presentado un vestido recto sin mangas con las típicas rayas blancas y azules en pasamanería.

Miguel Palacio

Por su parte, Miguel Palacio ha subido a la pasarela madrileña una colección cosida con seda, lana y terciopelo, en la que el vestido en versión larga o corta ha sido el líder absoluto. «Con los largos intento ceñir y modelar la figura de la mujer, mientras que en los cortos he querido imprimir un carácter de libertad», ha dicho Palacio, que ha apostado por una silueta muy urbana, en la que ha abusado del negro y del brandy, colores que ha combinado con el rosa, el salmón y el rojo para imprimir a sus prendas un carácter desenfadado.

Juanjo Oliva

«He querido reinterpretar el armario femenino con prendas que tengan varias utilizades», ha explicado hoy Juanjo Oliva, diseñador que ha subido a la pasarela una colección con tejidos novedosos en la que sobresalen abrigos-vestidos con vistosos volantes en el bajo. Esta colección de invierno, salpicada con estampados africanos, es una continuación de la anterior, «basándome en mis últimas creacines, he querido abrir y ampliar el armario de la mujer con una serie de prendas que hasta ahora no había trabajado», ha dicho el costurero.

Y así, en el desfile se han visto prendas básicas envueltas con un halo fresco y muy femenino. A destacar una falda mostaza con dos cremalleras que se suben o bajan al gusto. «Es una pieza que he trabajado como si fuera un pantalón vaquero», ha contado Oliva. También han llamado la atención una cazadora de corte motero con capucha de zorro confeccionada con un tejido que imitaba a la madera quemada por el sol y una trenca gris reforzada con bolsillo de de piel de zorro, detalles que esta temporada cotizan al alza.

En la noche de Juanjo Oliva han estado presentes los encajes y los tules azules y marrones, tejidos suaves y delicados que sirven para crear hermosas faldas de varias capas con largo por debajo de la rodilla conjuntados con delicadas blusas que se adornan con tornillo metálicos, pieza que sustituye a las manidas tachuelas. Como novedad, el diseñador madrileño ha presentado un abrigo de visón despinzado en color talco con bellísimo puños de zorro, un detalle que realza y ennoblece a la prenda

Para Juanjo Oliva esta colección es muy especial porque su marido, Jeff Barges, director del estudio de la firma, ha lanzado al mercado su primera colección de complementos. «Creo que es una locura, más en los tiempos que corren, pero reconozco que ha creado unos zapatos maravillosos con tacones metálicos y adornados con tornillo, el resultado es superfemenino», ha contado. Los complementos no tienen porqué combinar entre sí, «es mejor hacer un guiño al vestido o la falda», ha comentado el diseñador.

Amaya Arzuaga

En la segunda jornada de Madrid Fashion Week, Amaya Arzuaga ha llevado a la pasarela su tradicional creatividad en el diseño, con vestidos combinados de punto y tul, de cuero y mohair o de tul y cuero elástico. No contenta con la mezcla de tejidos, Arzuaga se atreve también a combinar volúmenes dentro de un mismo perfil, lo que da como resultado vestidos de falda mitad recta mitad con amplio volumen, logrado a base de pliegues, la marca de la casa.

Entre los volúmenes, la diseñadora apuesta por el de campana para amplios vestidos, que esconden o disimulan la silueta, y para abrigos, ya sea en colores crudos, berenjenas, negros, marinos o rojo sangre, un tono que utiliza también para sus minivestidos en cuero elástico.

Arzuaga, que presenta su colección el próximo 2 de marzo en París, introduce también el talle imperio, el escote cuadrado en sisa y el largo por debajo de la rodilla, en prendas con aplicaciones de piel bicolor y cálidos tejidos de mohair, punto de lana o pelo de cabra tibetana.

La diseñadora, que apuesta la próxima temporada por las medias de punto, vuelve de nuevo a sus escotes asimétricos, aunque en esta ocasión las aberturas se prolongan desde el hombro hasta la cintura, mientras que dota algunas de sus prendas de hombros marcados y de un gran movimiento que logra colocando el tul debajo de tejidos menos estructurados, como en sus vestidos y abrigos.

Andrés Sardá

Por la mañana, Andrés Sardá ha celebrado sus bodas de oro en la moda con una selección de sus piezas icónicas, entre ellas sofisticados sujetadores de tirantes de seda y braguitas de blonda muy escotadas.

Ailando

Inspirándose en «Chinoiserie», el estilo artístico europeo de influencia china, los hermanos Ailando han traído a Madrid Fashion Week prendas brillantes con gran riqueza en los detalles y exóticos estampados.

Roberto Torreta

Para Roberto Torreta, el próximo otoño-invierno debe estar lleno de prendas ubicadas en el futuro retro, una combinación entre lo que el argentino considera «pureza femenina» de mediados de siglo y una silueta moderna, deportiva y elegante.

El diseñador juega con los volúmenes, los colores y las texturas en elegantes prendas que tienen el vestido como eje vertebrador, en las que el creador reintroduce las mangas ranglan y el largo por la rodilla, un clásico en la mayoría de las colecciones vistas hoy sobre la pasarela.

El toque moderno a esa visión clásica de la moda lo aportan la mezcla de colores, tejidos, texturas y formas geométricas, que le sirven al creador para confeccionar abrigos, trajes-faldas, pantalones masculinos y, cómo no, los vestidos.