Rusia veta la resolución sobre Siria porque lleva a la guerra

Rosa Paíno
Rosa Paíno REDACCIÓN / LA VOZ

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SANA / HANDOUT / Efe

La Casa Blanca considera que la caída de Bachar al Asad es inevitable

01 feb 2012 . Actualizado a las 12:18 h.

Los países occidentales y árabes se enfrentaban anoche en el Consejo de Seguridad de la ONU a la negativa de Rusia a levantar su veto a una resolución sobre Siria que llama al presidente Bachar al Asad a entregar el poder. Moscú argumenta que la iniciativa «abre el camino a una guerra civil», ya que pone las bases para una intervención exterior. Aprovechando el apoyo ruso y las divisiones en las Naciones Unidas, el régimen de Al Asad elevó la represión para tratar de asfixiar a la disidencia. Pero, según dijo el líder del Ejército Libre Sirio a la agencia France Press, «el 50 % del territorio sirio ya no está bajo control del Gobierno».

La diplomacia occidental desembarcó en la sede de la ONU con toda su artillería. Hillary Clinton lidera la presión, acompañada de sus homólogos francés, Alain Juppé, y británico, William Hague. Por parte árabe están el jefe de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, y el primer ministro de Catar, el jeque Hamad bin Jassim al Thani, que abrieron la reunión en el Consejo.

La Casa Blanca, en palabras de su portavoz, Jay Carney, ya dejó claro el lunes que la caída de Al Asad «es inevitable», dado que el régimen «ha perdido el control del país». Un mensaje que repitió ayer en el Senado James Clapper, director nacional de Inteligencia de EE.UU.

«Si le exigen [a Al Asad] que se vaya y no se va, ¿qué se hace? ¿Se llama a la aviación? ¿Se bombardea? Esto ya lo hemos vivido y el Consejo de Seguridad nunca lo aprobará. Esto se lo garantizo», afirmó en Moscú el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov. Se espera que China, la India, Pakistán y Sudáfrica sigan el ejemplo de Rusia.

La resolución exige el fin de la represión y que Bachar al Asad traspase el poder a su vicepresidente para abrir una transición democrática. No obstante, descarta una intervención internacional como la de Libia.

En Siria, la oposición convocó ayer una jornada de duelo y cólera tras la muerte de cientos de personas desde el fin de semana. El hermano del presidente, Maher al Asad, al mando de la VI Brigada, lideró las operaciones para reforzar sus posiciones en los suburbios de Damasco, zonas pobres de mayoría suní y un buen refugio para los desertores del ELS. Los Comités de Coordinación Local denunciaron a Efe que soldados y matones, los shabiha, están saqueando las viviendas y comercios en la periferia, además de cortar la electricidad, el agua y las comunicaciones. Elevan a una treintena los muertos ayer.