Solo un día antes de que el ministro de Industria, Manuel Soria, anunciara la moratoria de las ayudas a las renovables, el presidente, Alberto Núñez Feijoo Feijoo hacía la cuenta de la lechera ratificando el compromiso de la Xunta de que a finales de este año estarían autorizados en Galicia un total de 6.500 megavatios eólicos, y cifrando la recaudación en concepto de canon eólico en 75 millones de euros al cierre del 2012.
El decreto ha cogido por sorpresa a la Administración gallega, hasta tal punto de que no ha reaccionado, a pesar de que hace cuatro meses, cuando el exministro Sebastián planteó una reducción de las primas de un 44 %, el Gobierno autonómico criticó duramente la propuesta y cuestionó la viabilidad del plan.
A falta de valoraciones oficiales, con las impresiones recogidas entre los empresarios del sector es fácil llegar a la conclusión de que el futuro del plan eólico gallego está más en el aire que nunca. Estaba calculado que los 761 aerogeneradores que iban a instalan 38 empresas en 91 nuevos parques consumirían una inversión próxima a los 3.500 millones de euros, a los que habría que sumar 3.000 más de los proyectos industriales asociados a los nuevos megavatios. Entre todos los adjudicatarios tenían previsto generarán 13.200 nuevos empleos en la comunidad. La inversión en los concellos afectados ronda los 648 millones de euros, y los propietarios del suelo se embolsarán cerca de 270.
Durante el 2011, la energía eólica en España se anotó un importante hito, al ser la tecnología con mayor producción de electricidad. El 28 % del consumo se cubrió con la aportación de los parques de molinillos de viento.