Tres etarras expulsados de la Audiencia por gritar «gora ETA»

Mateo Balín / Colpisa

FIRMAS

Los miembros del comando Otazua tacharon de «torturadores fascistas» a los miembros del tribunal.

23 ene 2012 . Actualizado a las 22:16 h.

Se juzgaba el intento de asesinato con una bomba lapa del escolta Gabriel Ginés, ocurrido en Bilbao en octubre de 2007 y del que se salvó milagrosamente, pero al final el protagonismo se lo llevaron sus presuntos verdugos. Ocurrió este lunes en la Audiencia Nacional. Declaraba como testigo un guardia civil que asistió al interrogatorio de los tres supuestos etarras del comando Otazua después de su detención en marzo de 2011, cuando comenzó el altercado. El agente relataba al tribunal que los arrestados testificaron «libre y voluntariamente» y confesaron su participación en los hechos juzgados cuando uno de los acusados, Daniel Pastor, quien según el fiscal puso la bomba en los bajos del vehículo del escolta, comenzó a insultar al testigo.

Ambos se encontraban en el interior de la sala, apenas separados por cuatro metros de distancia y un biombo, ya que el guardia civil es testigo protegido. La presidenta del tribunal, Teresa Palacios, conminó al acusado primero a guardar silencio y luego ordenó a los cuatro agentes de custodia a introducir a los acusados en el habitáculo blindado.

Entonces, Pastor comenzó a resistirse, lo que suscitó el apoyo de los otros dos procesados, Iñigo Zapirain y Beatriz Etxebarria. La respuesta fue inmediata. La juez reclamó más refuerzos policiales para llevarles a la habitación acristalada. En ese momento, una decena de personas entre familiares y amigos que se encontraban entre el público jalearon a los suyos. Se levantaron, se acercaron al cristal y con el puño en alto les gritaron «Jo ta Ke», «aupa». Estas muestras de apoyo fueron respondidas por Pastor con un grito de «Gora ETA». «Aunque me pongas las esposas no me vas a callar. Me dais asco», añadió a los policías.

Expulsión

La tensión iba en aumento y ante la posibilidad de que acabara en un incidente más violento la presidenta del tribunal zanjó el asunto.

Expulsó primero al público asistente de la sala y luego ordenó a los agentes que se llevasen a los acusados a los calabozos y que se continuara con el juicio sin su presencia.

Previamente, al comenzar el juicio, Pastor ya había lanzado un aviso a navegantes en su turno de palabra. No sólo se negó a declarar si no que tachó de «torturadores y fascistas» a los miembros del tribunal.

Unas palabras que llevaron al fiscal Jesús Santos a pedir a la sala una deducción de testimonio para investigar si se cometió algún delito.

Además, dos asociaciones de víctimas del terrorismo, la mayoritaria AVT y Dignidad y Justicia, anunciaron una querella contra los acusados por enaltecimiento de la banda armada y reclamaron que se identifique al público que lanzó los vítores por si también pudo cometer algún delito.

Tras estos altercados la vista oral continuó y la Fiscalía mantuvo su petición de condena para los juzgados. En total, 55 años de prisión por el intento de asesinato terrorista del escolta Gabriel Ginés, que se encargaba de proteger al concejal socialista de Galdácano Juan Carlos Domingo. El edil, por fortuna, no iba ese día en el vehículo porque había cogido dos días de vacaciones. Precisamente, la bomba estaba colocada debajo del asiento trasero, junto al depósito de gasolina, una circunstancia que salvó la vida del escolta.