Los buzos se turnan para la difícil inmersión en las entrañas del buque

María Signo ROMA/CORRESPONSAL

FIRMAS

M. PERCOSSI / EFE

Joyas y miles de euros de los ocupantes del «Costa Concordia» aún permanecen bajo las aguas.

19 ene 2012 . Actualizado a las 14:32 h.

Socorristas, buzos y hasta espeleólogos se turnan para entrar en las entrañas del Costa Concordia en una difícil inmersión llena de obstáculos y peligros. En su interior, permanecen sin recuperar los enseres abnadonados por los náufragos en su huida, entre ellos miles de euros y joyas sin cuantificar depositadas en las cajas fuertes de los camarotes. La Guardia Costera ya ha tomado medidas y ha acordonado la zona por temor a que algún espabilado se le ocurra intentar hacerse con ese tesoro bajo las aguas

La prioridad absoluta es encontrar las víctimas de un accidente que produjo, según cifras oficiales, once muertos. Unas 28 personas son consideradas aún oficialmente como desaparecidas, ya que seis de los once cuerpos extraídos del navío aún no han podido ser identificados.

«Hemos estado un poco en el agua, un poco a cuatro patas y un poco avanzando en la oscuridad», confesaba a la agencia France Press Antonino Bileddu, quien se sumergió en las entrañas del Costa Concordia en busca de los desaparecidos. «Después de la inmersión, llegamos a la cubierta número tres del barco y allí encontramos de todo, objetos y hasta sofás flotando», explicó Bileddu.

Parte frontal del navío

«Ayer [por el martes], entramos a través de una abertura practicada por la Marina en el casco y hemos examinado toda la parte frontal del navío, incluyendo la sala de cine», narró Roberto Carminucci, buzo y espeleólogo. Él forma parte de un grupo de dieciocho hombres con la misma doble especialización, y tienen la tarea de recorrer la nave.

«Nos hemos sumergido tanto en el exterior como en el interior de la nave para tratar de encontrar otras eventuales entradas» para tener acceso a zonas del navío donde podría haber cuerpos de desaparecidos, dijo.

Los socorristas retomaron los trabajos por la tarde, después de que las operaciones se suspendieran por la mañana al registrarse movimientos del barco. Ayer el objetivo era abrir tres nuevos huecos en el casco con micro cargas explosivas para acelerar las tareas de búsqueda.

Mientras, se desarrollan otras tareas alrededor del buque. Como la instalación de una inmensa grúa negra de unos cincuenta metros de altura, de la compañía holandesa Smit Salvage, que será utilizada en el bombeo de las 2.400 toneladas de combustible que se encuentra en el interior del Costa Concordia, y se esperaba la llegada del resto del material para iniciar esa operación.