Rianxo pudo ser una segunda Fátima

FIRMAS

Sor Lucía, la religiosa a la que se le apareció la Virgen en Portugal, también tuvo revelaciones en el municipio barbanzano.

15 ene 2012 . Actualizado a las 21:50 h.

Rianxo es un pueblo con casi tantas historias que contar como gotas de mar tiene a su alrededor. Algunas, como las genialidades de su ilustre vecino Alfonso Daniel Rodríguez Castelao, son conocidas en todas partes. Otras, aunque insólitas, pasaron y pasan bastante más desapercibidas, incluso para los propios residentes. Es el caso de la estancia en el municipio rianxeiro de sor Lucía, la beata portuguesa a la que se le aparecieron la Virgen María y Jesucristo en distintas ocasiones. Es un tema del que se ha publicado muy poco. Y del que incluso tampoco se habla mucho en la localidad, quizás por eso de que topar con la Iglesia y sus misterios no siempre es fácil. La cuestión es que está más que comprobado, a raíz de distintos testimonios e investigaciones, que la emblemática Lucía dos Santos, reconocida mundialmente como una de las niñas de los milagros de Fátima y que también tuvo revelaciones en Tui y Pontevedra, pasó una temporada en la capital rianxeira y, lo que es más impactante, que en ella también tuvo revelaciones.

Sor Lucía, tras escuchar de niña los mensajes de la Virgen María junto a sus primos Francisco y Jacinta en Portugal, acabó ingresando en un convento de las doroteas. Primero lo hizo en el país luso y luego se trasladó a Tui. Ahí comienza su entronque con Rianxo. Resulta que en ese edificio religioso la madre superiora era Carmen Refojo, cuya hermana, Cándida, y sobrina, Gloria, vivían en una misma casa en Rianxo. Una vez declarada la República, parece que la vida de las religiosas no estaba siendo fácil. Y la madre superiora pidió ayuda a su hermana rianxeira. Esta llegó a mandarle ropa de ella y de la joven Gloria para que saliesen del convento sin ser consideradas monjas y pudiesen llegar hasta la tierra arousana. Así lo hicieron, tal y como Gloria le contó en distintas ocasiones a una vecina de Rianxo de 81 años, Dolores González, más conocida como Lola a Cañota, quien recuerda: «Viñeron para aquí case escapadas, tal e como me dixo Gloria, e deberon de estar uns meses».

Esa estancia en la villa rianxeira de sor Lucía no estuvo exenta de anécdotas. Las recuerda, por lo que le contó Gloria, Lola a Cañota y las recogieron bien en artículos los intelectuales Fernando Lavandeira y Avelino Abuín, dos de las personas que más se interesaron por este asunto. Por ejemplo, se sabe que sor Lucía se bañaba en el mar al que daba la vivienda en la que permaneció con una túnica blanca. Y se cuenta que acudió a un mitin de Castelao, que en aquel momento luchaba por el Estatuto. También que plantó unas hermosas dalias en una huerta que sobrevivieron años y años.

Apariciones en dos lugares

Pero lo más impactante es que sor Lucía contó que tuvo revelaciones divinas en Rianxo; una en la casa donde estuvo y otra en la capilla de A Guadalupe. Lola a Cañota, por boca de Gloria, escuchó: «Unha vez na capela sor Lucía quedouse mirando para o ventanuco ensimesmada. Gloria non vía nada, pero ela si, alí tivo unha aparición». Parece que fue Jesucristo el que se le apareció, y que le dio un mensaje relativo a la necesidad de la consagración de Rusia. Toda esta historia, ahora en boca de algunos vecinos y ya con algunas referencias bibliográficas, empezó a tomar forma cuando llegaron a Rianxo miembros del Instituto Mundial de Fenomenología de Belmont (en Estados Unidos), que querían ahondar en la historia de Rianxo como lugar de apariciones. Hubo numerosas peregrinaciones. Y los americanos incluso intentaron que la casa de Cándida se convirtiese en museo. Pero no pudo ser. La piqueta se la tragó. Se llevó sus piedras y, quizás también, la oportunidad de Rianxo de ser la Fátima de la ría de Arousa.