-Usted defiende que España tiene capacidad para doblar la potencia instalada.
-Sí. En este momento estamos en torno a 20.500 megavatios y creo que fácilmente podemos desarrollar otros 18.000 o 20.000. Lo que nos falta es regulación. Me encantaría que las industrias determinen cuántos megavatios puedan instalarse cada año durante los próximos diez ejercicios. De esta manera, la industria tendría así una gran estabilidad
-Pero, como siempre, lo importante son las primas.
-No. La energía eólica aporta tres euros por cada uno que recibe en subvenciones al conjunto del PIB español. Eso es muy importante. Porque lo definitivo es conocer el coste de la energía, es decir, cuántos euros por megavatios cuesta producir. Efectivamente, cuando la industria no está desarrollada es caro, y cualquier industria nueva necesita cierto apoyo gubernamental para poder desarrollarse, sobre todo si hay mucha tecnología detrás. Falta muy poco para ver cómo la eólica es capaz de competir en coste con formas de producción energética. Dentro del plan estratégico, Gamesa nos hemos comprometido a bajar el costo de la energía de aquí al 2013 en un 20 %.
-¿Instalará plataformas «off shore» en las costas gallegas?
-No podemos, pero no porque no queramos, sino porque la plataforma continental no lo permite. Además, hay que desarrollar la energía en el campo terrestre, donde todavía queda mucho por hacer.
-Fue muy crítico con el anterior Gobierno precisamente por la falta de regulación. ¿Qué espera del nuevo?
-Creo firmemente que la actitud de este Gobierno será completamente distinta. Será una actitud de diálogo para poder explicar las posibilidades que Gamesa, una empresa global, ofrece a la economía española. No parece normal tener un sector con tanto futuro parado y con cientos de empresas proveedoras haciendo expedientes de regulación de empleo. Si se pueden desarrollar megavatios, ¿por qué no se hace? Teniendo en cuenta la demanda energética, quizá no es el mejor momento, pero hay que pensar ya en el futuro.