Ahmadineyad, Ortega y Chávez escenifican su unión contra Obama

R. P. Redacción / La Voz

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El nicaragüense evitó abrazar al príncipe Felipe

12 ene 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Mahmud Ahmadineyad pisaba ayer suelo cubano con la satisfacción de ver cumplido el objetivo de su gira latinoamericana: buscar el apoyo de sus aliados en una región considerada el patio trasero de Estados Unidos.

Daniel Ortega, Hugo Chávez y Ahmadineyad se dieron un largo apretón de manos mientras la media docena de mandatarios invitados a la toma de posesión del presidente nicaragüense permanecían al margen, entre ellos el príncipe Felipe. Tras simbolizar su unión frente a Washington, Ortega defendió en su discurso de investidura de su tercer mandato el derecho de Irán a desarrollar un programa nuclear y exigió el desarme de Israel. En su opinión, EE.UU. amenaza a Teherán por su petróleo, no por el arma atómica. Y para ello recordó la invasión de Irak. «Juraron que Sadam Huseín, que en paz descanse, tenía armas atómicas [...] Y tuvieron que admitir que no había tal armamento», señaló.

Tras el apoyo recibido en Nicaragua y Venezuela, Ahmadineyad se reunió anoche con Raúl Castro en Cuba, y era esperada una foto con Fidel.

Un trato muy distinto fue el que dispensó Ortega al príncipe Felipe. Pese a que su reunión bilateral previa fue calificada de cordial, tras la toma de posesión el nicaragüense evitó abrazarse con el heredero de la Corona.

La oposición ha criticado la presencia del príncipe en el acto, ya que consideran que avala la que consideran «dictadura» de Ortega, al que acusan de ganar fraudulentamente en las urnas. Incluso, hace unos días protagonizaron una protesta ante la embajada española en Managua.