La victoria en Iowa de Mitt Romney no ha supuesto ninguna traba para Rick Santorum. Pues los ocho votos que los separan no han impedido que el ultraconservador lograse un gran impulso económico. Así, el día siguiente a los caucus de Iowa, Santorum recaudó más de un millón de dólares. Una cifra que supone la mitad de lo que ha conseguido hasta el momento.
Y ese es un dinero que le va a hacer mucha falta. La próxima votación es el martes en New Hampshire y unos días después, en Carolina del Sur. Aunque las encuestas dan como clarísimo ganador a Romney en la primera, se considera que la clave va a estar en la segunda.
New Hampshire es un estado de ideología moderada, muy próxima a Romney, pero en Carolina del Sur, con mayoría de derecha cristiana, se verá quién entre los candidatos ultraconservadores consigue más votos.
Tras lo sucedido en Iowa, Santorum parte como favorito, pero para vencer necesita una carísima maquinaria electoral capaz de competir con la de Romney. Y además mientras que este es el único candidato de la derecha moderada, la derecha más radical está dividida: Gingrich, Paul y Perry, que a pesar de haber quedado el último no abandonó, para desgracia de Santorum.
Mientras la campaña continúa, las críticas entre ellos aumentan. Los más conservadores acusan a Romney de ser demasiado parecido a Obama, mientras él insiste en que es un verdadero conservador. Sin embargo, aunque ganó en Iowa, solo obtuvo un 25 % de los votos, lo que quiere decir que no cuenta con el apoyo de las bases republicanas, que han votado mayoritariamente posturas más conservadoras que las suyas.
Pese a todo, el exgobernador de Massachusetts sigue obteniendo apoyos. Si el miércoles fue el del excandidato a la presidencia John McCain, ahora son los pesos pesados del partido en New Hampshire y Carolina del Sur los que hacen campaña por Romney.