Valdoviño, Torre de Babel con las tiendas a tope: «La mejor época de nuestra historia, todo lleno desde primavera»
VALDOVIÑO
Hasta los panaderos reparten por los parkings de caravanas a los que llegan neozelandeses, norteamericanos o alemanes
29 ago 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Miércoles, 11.00 de la mañana en el supermercado Eroski de la puerta del Sol. Alemanes, americanos y austríacos salen con palés de bolsas de patatas y latas de refresco. Lo mismo ocurre en el Día o en las tiendas de las cooperativas. No dan abasto y viven el agosto más agosto de todos los agostos. Valdoviño se convierte este año más que nunca en una Torre de Babel. Entre los clientes están Michael y Hana Muller, de 27 y 25 años: un matrimonio de surfistas alemanas que acuden a Pantín: «Ya el año pasado estuvimos en el campeonato y decidimos volver, es precioso».
Esta pareja pasa unos días de vacaciones en su furgoneta por Pantín, y ayer paraba a hacer la compra en supermercados del centro de Valdoviño. El alcalde Alberto González corrobora que «las tiendas están a tope y la hostelería igual, no solo por el Pantin Classic sino todo el verano e incluso a finales de primavera». Asegura que «en el turismo vivimos la mejor época de nuestra historia». Y a nivel internacional, «el otro día iba con mi hija por el paseo marítimo y nos dimos cuenta de que escuchábamos todos los idiomas menos el castellano y el gallego, ¡alguno hasta no lo identificábamos!». Aquí llegan alemanes, franceses, italianos, norteamericanos, australianos, portugueses, austríacos, holandeses, polacos, neozelandeses... Incluso a rastrear las especies del lago de A Frouxeira.
«Los panaderos ya reparten por los parkings de caravanas, porque venden mucho», continúa el regidor. Una pareja como la de Michael y Hana llega atraída «por el surf, el mar, la comida». Y nota que «en los supermercados falta algo más de oferta, o más puntos de venta, quizás es porque somos muchos turistas». Tiendas y supermercados reponen constantemente la mercancía, pero la demanda es inmensa.
«El trasiego es continuo también en la gasolinera, y en hostelería es una pasada con reservas desde días antes», asegura Alberto González. Hay turistas internacionales y nacionales como Mónica Rodríguez (Gran Canaria) que viaja con su familia y amigos (un total de ocho personas): «Venimos porque mi hija compite en el campeonato del surf y nos quedamos en la furgo».
Y cada vez desembarcan más gallegos, como Germán Mauri y Luis Cascón (de A Guarda, con 30 y 34 años, el primero debuta en Valdoviño y el segundo es un asiduo): «Somos surfistas aficionados, pasaremos seis días na furgoneta sobre todo en Pantín; mola escoitar tantos idiomas distintos e mesmo practicalos». Aprovecharán para pillar olas y en los supermercados «tivemos que vir a primeira hora, porque despois están ateigados... o ideal sería un súper en Pantín».
Los turistas se hospedan también en apartamentos o pensiones. Hay austríacos y alemanes que llegaron para montar escuelas de surf. «Y se demuestra que el turismo de surf sí que deja dinero porque esa gente también compra y consume en los bares, falta que nos permitan hacer más aparcamientos y que continúe la iniciativa privada como demuestra la gran oferta hostelera de Valdoviño», concluye el alcalde.