El alcalde de Valdoviño, Alberto González, ya ha informado en el pleno sobre una resolución que considera que hace justicia sobre algunas acusaciones vertidas a lo largo de este conflicto. «Ahora que hay un fallo podemos hablar y dejar claro que se trata de un problema meramente urbanístico, nada más», explica sobre una obra que recuerda que se realizó sin licencia urbanística y por eso no contaba con las autorizaciones necesarias, en concreto sobre la afectación patrimonial de una iglesia cercana.
El regidor recuerda que cuando se produjeron las pintadas homófobas contra los propietarios del muro se hizo un traslado ágil de la situación a la Subdelegación del Gobierno para que se investigase cuanto antes e insiste en que los técnicos municipales solo han velado para que se cumpla con la legalidad urbanística. «Nunca ha habido un ataque contra nadie, se realizaron unas obras que no cumplen con la normativa y ahora se trata de reponer esa legalidad, algo que haremos como nos digan los servicios jurídicos provinciales», zanja.