Las cooperativas de Ferrolterra siguen ganando clientes a costa de la banca convencional

ANA F. CUBA VALDOVIÑO / LA VOZ

VALDOVIÑO

José Ameneiros, gerente de la Cooperativa de Vilaboa, con sección de crédito desde 1965
José Ameneiros, gerente de la Cooperativa de Vilaboa, con sección de crédito desde 1965 CESAR TOIMIL

Las comisiones y la atención son los dos principales reclamos de estas entidades

10 sep 2022 . Actualizado a las 15:03 h.

El trasvase de clientes de la banca convencional a las cooperativas con sección de crédito se intensificó hace un año y no ha parado, aunque algunas entidades constatan cierta ralentización. Las comisiones y las exigencias de la banca y el servicio que prestan, cada vez más mermado por el cierre de oficinas y los horarios de atención al público, motivan el cambio. La denominada «exclusión financiera» obliga a buscar alternativas, lo que se suma «ao arraigo que teñen estas entidades na zona», como apunta el gerente de la Cooperativa de Meirás, Javier Carballo.

«Levamos unha traxectoria ascendente na apertura de contas, case todas as semanas temos dúas ou tres peticións de xente para asociarse e abrir unha conta, preguntando polas vantaxes, xente que se vai do banco polas condicións e a limitación horaria para o pago de recibos», indica José Ameneiros, gerente de la Cooperativa de Vilaboa. Esta entidad atiende al público de 9.00 a 13.00 y de 15.30 a 18.00 horas, de lunes a viernes, y de 9.00 a 12.00 los sábados. «Toda a vida foi así, nalgún momento barallouse cambiar, pero non debemos, témonos que diferenciar da banca», recalca. Para hacerse socio hay que realizar una aportación de capital de seis euros a la cooperativa, y la comisión anual por la cuenta, la cartilla y la tarjeta es de cuatro euros.

La sección de crédito de la Cooperativa de Vilaboa funciona desde 1965, al poco de constituirse. La mayoría de los 3.650 socios residen en Narón, Ferrol, Valdoviño, Cerdido, Cedeira, San Sadurniño y Moeche. «Las cooperativas trabajamos mucho con la vinculación familiar, gente que a lo mejor no vive en la parroquia pero tiene aquí a sus abuelos», comenta Dolores Serantes, gerente de la sociedad de Lago, en el municipio de Valdoviño, igual que las de Vilaboa y Meirás.

En Lago, la sección de crédito funciona de 9.30 a 13.30 horas, de lunes a sábado, y de 16.00 a 19.00, lunes, miércoles y viernes. «Puedes retirar efectivo, pagar recibos... no limitamos la operativa, dentro de esos horarios», detalla Serantes. Destaca otro factor que anima a pasarse a este tipo de entidades: «Somos más conservadores que los bancos, nos movemos por otro sistema y los tipos de interés no fluctúan tan rápido. Nos reunimos [los responsables de las cooperativas] dos veces al año y decidimos si suben y cuánto. La gente que viene aquí sabe que tiene más estabilidad».

Las cooperativas de Vilaboa y Meirás fueron las primeras de Galicia en aparecer en el registro de prestamistas inmobiliarios, como exige la Ley 5/2019 reguladora de los contratos de crédito inmobiliario. Esto les permite otorgar hipotecas, a diferencia de lo que ocurre, por ejemplo, en la de Lago. «Desde hace tres años no hacemos préstamos hipotecarios, sí concedemos créditos personales», aclara Serantes. «Desde principios de ano volvemos facer hipotecas, temos que cumprir as mesmas esixencias que calquera entidade, as que marca o Banco de España, contrólannos igual», abunda el gerente de la Cooperativa de Meirás, cuya sección de crédito opera cara al público de lunes a sábado, de 9.00 a 13.30 horas, y los miércoles, jueves y viernes, de 16.00 a 18.00.

La clientela procede de Narón, Ferrol, Fene, Valdoviño, San Sadurniño (también cuenta con una oficina en Naraío) o Moeche. «Aquí, todo o mundo sabe quen es e ti poslle cara e nome a todas as persoas que te chaman ou entran pola porta», constata Carballo, que alerta «da difícil situación das economías familiares», en un contexto de inflación e incertidumbre. En la zona hay otra cooperativa con sección de crédito, la de O Val, en Narón.