Pedro Navarro (Barcelona, 1988) llegó a la comarca hace cinco años. «La primera temporada que trabajé en Galicia fue en el 2017, desde entonces estuve yendo y viniendo hasta que al volver de Australia en el 2019 decidí quedarme», explica. Ha trabajado como monitor en varias escuelas y este verano abre la suya propia, Ondas Novas. «Me enamoré de esto. El paisaje es absolutamente increíble, la naturaleza está limpia, se puede surfear todos los días del año, la gente es agradable... Y al final estoy a un vuelo de una hora de la familia», explica. Ondas Novas es una escuela itinerante con concesión para las playas de Valdoviño. «Según las condiciones haremos clase en las diferentes playas», explica. A medio plazo su objetivo es tener una sede física. Sobre la regulación de Valdoviño, lo ve como un paso para que se profesionalice el sector. «Al asegurarse a de supervisar una serie de criterios, obliga la profesionalización. Ahora bien, de cara a la masificación no creo que suponga un filtro porque las escuelas no tienen límite de clientela», valora. Navarro señala que el auge del deporte ayudará también a que los usuarios tengan más opciones. «Al tener dónde escoger van a tener servicios más competitivos», apunta. De su nueva escuela destaca que busca establecer lazos especialmente con los vecinos de la comarca, desarrollar actividades con personas con diversidad funcional y apuesta por el cuidado del medio ambiente, entre algunos de sus valores.