La hija de esta vecina de Vilaboa ya fallecida, Amber Holden, y su amiga Jéssica Sabín, abren el lunes la academia de idiomas Rainbow
09 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.
Amber Holden (Londres, 1990) lleva años pensando en abrir una academia de idiomas en Valdoviño, una idea que ya tenía su madre, María Dolores Vilela, nacida en la parroquia de Vilaboa, donde reside su hija. Todo el mundo la conocía como Loli. «Mis abuelos emigraron a Londres muy jóvenes y mi madre se fue con seis años y volvió con 34. Era británica. Yo nací en Londres [mi padre es inglés y quien ha ejercido como tal, tras el divorcio de mis padres, es galés] y me vine con cuatro años, y también me siento británica, culturalmente. En mi casa se hablaba en inglés, mis abuelos hablaban en inglés... celebro el día de Navidad y no el de Reyes. Soy británica de Vilaboa», comenta Amber, que se ha asociado en este proyecto con Jéssica Sabín (Valdoviño, 1990).
Son amigas desde la infancia. Fueron juntas a la escuela unitaria de Vilaboa, donde impartía clases de inglés la madre de Amber —también era traductora—, al CPI Atios y a la Universidad de Vigo, donde estudiaron Traducción e Interpretación y compartieron piso. Jéssica se especializó en francés y Amber, en inglés. «Ya durante la carrera teníamos en mente abrir una academia, las dos optamos por quedarnos en Vilaboa y en Valdoviño y vimos que este era el momento», apunta Jéssica. «Para emprender necesitas apoyo, hacerlo sola te parece más arriesgado, con alguien al lado con la misma idea el camino da menos miedo», señala Amber.
Jéssica llevaba varios años trabajando en academias de idiomas, en Betanzos y As Pontes; y Amber, en una empresa de suministros navales, que compaginaba con clases de inglés y traducciones juradas (las dos son traductoras juradas, acreditadas por un organismo oficial). «Sabía que había demanda porque me llamaba mucha gente a la que yo no tenía tiempo de enseñar», comenta Amber. Ni ella ni su socia se imaginaban que el centro iba a empezar a funcionar con cien alumnos, de todas las parroquias de Valdoviño, pero también de Cedeira, San Sadurniño o Moeche. «Hasta Narón o Ferrol no hay ninguna academia», destacan.