El campamento de Meirás, en Valdoviño, reforzará los servicios para autocaravanas en la zona

El crecimiento del turismo de autocaravanas animó a los hermanos Rosalía, de 32 años, y Andrés Souto Pantín, de 28, a montar un campamento para este tipo de vehículos, en una finca propiedad de la familia situada al lado de la carretera del faro de Meirás, en Valdoviño. Rosalía trabaja en el negocio de su padre, Juan, el hotel Valdoviño Express y un tanatorio, que comparten edificio, y Andrés, abogado, compagina su actividad profesional como letrado con la gestión de este negocio. Estos jóvenes emprendedores idearon esta iniciativa hace poco más de un año, en plena pandemia, animados por el carácter emprendedor de su progenitor.

Los trabajos para acondicionar la parcela, de unos 11.500 metros cuadrados, ya han comenzado, con la construcción del cierre. Para el resto de las instalaciones -los edificios de servicios- dependen de la licencia municipal. «Sigue todo avanzando, pero a paso de tortuga», lamenta Juan Souto, que ya sufrió «los retrasos de la Administración» para poner en marcha el hotel y el tanatorio. «Haces una inversión y todo es poner trabas», protesta. En este caso, el presupuesto sobrepasa los 550.000 euros. «Tenemos la financiación y las ganas de sacarlo adelante, y queremos tenerlo listo antes del 31 de julio del año que viene», señala. De lo contrario, podrían quedarse sin la subvención que han solicitado para acometer esta obra.

«Estamos tramitando la modificación del planeamiento, ya lo hemos trasladado a la Xunta de Galicia y ahora estamos esperando los informes sectoriales, nos han llegado algunos, de Puertos y de Costas, pero nos faltan los de la Administración autonómica», explica el alcalde de Valdoviño, Alberto González. El campamento de turismo Faro de Meirás, como se denomina, se ubicará en una parcela de suelo rústico habilitado para este tipo de usos.

Según el plan de trabajo concebido por Rosalía y Andrés, titulares de la empresa, con apoyo de su padre, el área de autocaravanas, con capacidad para albergar 70 vehículos de este tipo, estará abierta durante seis meses al año. «Luego se irá viendo, en función de la demanda existente». Durante la temporada alta, los meses centrales del verano, prevén crear cuatro puestos de trabajo, aunque el funcionamiento del centro estará automatizado, «con entrada y salida con barreras, por matrícula, y reservas y pago previo a través de Internet». Así lo concibieron pensando en reducir al mínimo el contacto personal, debido a la situación de pandemia, y también para reducir los gastos al mínimo. Desde que ha aparecido el nombre de la empresa en Google, con la ubicación del campamento turístico, no han parado de recalar autocaravanas en la zona. «Vivo allí, y delante del muro y la entrada hubo diez o doce muchos días, paradas, mirando dónde estaba. De haber estado funcionado se hubiera llenada durante 50 o 60 días», concluye Juan Souto.

La licencia les permitirá, además de disponer del estacionamiento de autocaravanas, la instalación de bungalós [la intención inicial es montar tres, que prevén ampliar más adelante] y también el uso como cámping, para gente que acuda con su tienda de campaña. «Pero el destino primordial son las autocaravanas. Cada vez se ven más, este verano ha sido una avalancha en la zona», constata este empresario.

Los dos edificios que levantarán en la finca se repartirán entre «los servicios de lavandería, las máquinas, los baños y las duchas, y la zona de recepción, el bar y la estancia del personal», indican. Confían en no perder el verano de 2022, «porque es cuando más puedes trabajar», por el retraso en tramitar la licencia. De haberla conseguido antes, ya podrían haber ejecutado un 60 % de la inversión total prevista, para comenzar a operar en los meses de mayo o junio. Pero de momento, les toca esperar.

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