Valdoviño reserva para los vecinos casi un tercio de las plazas de aparcamiento de las playas

ANA F. CUBA VALDOVIÑO / LA VOZ

VALDOVIÑO

JOSE PARDO

La creación de áreas de párking exclusivas para empadronados genera quejas entre los propietarios de segundas residencias, en este municipio y también en Cabanas

09 jul 2020 . Actualizado a las 08:18 h.

El aparcamiento en las playas se ha convertido en uno de los frentes más conflictivos que afrontan los concellos costeros de la comarcas de Ferrolterra y Eume este verano. Los municipios más turísticos y con mayor peso de la segunda residencia han tomado medidas sobre el párking para controlar la afluencia de gente a los arenales, restringida este verano, por la obligación de guardar las distancias de seguridad para prevenir el contagio del coronavirus. Los ayuntamientos reciben quejas de muchos usuarios que este año han visto que no pueden dejar su coche donde solían hacerlo otras temporadas.

El plan de actuación elaborado por el Concello de Valdoviño se basa en la reducción del párking y en el fomento del uso del transporte público. En ningún caso se impide el acceso a los arenales, como remarca el alcalde, Alberto González (PSOE): «La gente puede venir a la playa sin problema, hemos limitado el acceso de coches a las playas, no de bañistas, como sí ocurre en Silgar [Sanxenxo] o en A Coruña». De las alrededor de 2.700 plazas de estacionamiento disponibles, 750 (casi el 28 %) se reservan para las personas censadas en Valdoviño.

Los vecinos que figuren en el padrón municipal ya pueden dirigirse a la oficina de turismo para retirar la tarjeta identificativa, en la que aparecerán los datos del vehículo de su propiedad. Este documento les permitirá utilizar los estacionamientos reservados para ellos. También hay plazas de uso exclusivo para personas autorizadas (trabajadores de los servicios de las playas, mariscadoras, percebeiros o personal de negocios hosteleros situados junto a los arenales). El resto de las plazas están a disposición «del público en general», a unos pocos minutos andando hasta poder pisar la arena.

Sobre las quejas de los propietarios de segundas residencias, el alcalde incide en que «no es lo mismo que estar empadronado [abonan algunos impuestos, no todos, y el Estado no le paga al Concello por ellos]». Pero desmiente que no tengan derecho a aparcar: «Claro que lo tienen, pero en otras zonas. Igual que no puedes entrar en una gran ciudad con cualquier tipo de vehículo o estacionar en zonas reservadas, tampoco en un municipio pequeño [...]. Y no vale decir ‘yo aparco en el vial como hice siempre', pues no, eso es falta de educación y de respeto, e incivismo». En A Frouxeira hay 250 plazas reservadas, de 900; en Outeiro-Lago, son 50 de 90; en Mourillá (Meirás), 150, con 300 de uso libre junto al campo de fútbol; en Fontesín, 40 de 110; en Pantín, 100 de 500; en O Baleo, 100 de 200; y en Vilarrube, 100 de 150. El sistema comenzará a funcionar la próxima semana. González destaca el aumento de las frecuencias del transporte público, hasta 24 diarias, «muchas más que otros veranos», corrobora la compañía Monbús.

En el Concello de Cabanas también han recibido quejas de veraneantes con segunda residencia. «Hay gente que estaba acostumbrada a venir y aparcar donde quería y ahora se siente desplazada, y alguna ve incluso una caza de brujas contra los dueños de segundas viviendas», comenta el regidor, Carlos Ladra. Explica que «hay zonas de aparcamiento libre, menos que otros años porque el aforo de la playa de A Madalena está limitado, por el covid-19. Se han corregido cosas, que habrá que recoger en una modificación de la ordenanza, y a lo mejor quienes tienen segunda residencia, pagando una tasa, pueden tener derecho a las plazas de residentes».