Chalés chic para criar perros mini en Valdoviño

J. C. M. VALDOVIÑO

VALDOVIÑO

JACOBO AMENEIRO

El centro canino Coralita estrena instalaciones desde donde venderá a nivel internacional canes de pequeño tamaño

18 ago 2018 . Actualizado a las 21:53 h.

Hilo musical, sensor crepuscular, porche con arenero... son algunas de las comodidades que ofrecen las nuevas instalaciones del centro canino Coralita, que hoy mismo se estrenan en la zona de Aviño, en Valdoviño. Espacios para la cría de perros de razas mini que están en las antípodas de la imagen de jaulas y hacinamiento de los típicos criaderos piratas de canes. Un pequeño gran lujo para un negocio que cuenta con una cartera exclusiva de clientes.

«Tenemos dos chalecitos, uno destinado a los cachorros y otro para los adultos», explica Marcos Argüeso un criador con quince años de experiencia a sus espaldas, que ha decidido llevar su negocio -autorizado por la Xunta e inscrito en el Registro Gallego de Núcleos Zoológicos, según subraya el promotor- al jardín de su casa.

Seis habitaciones, maternidad, cuarto de baño, una zona de cuarentena, para cachorros que se encuentran más delicados, todo ello con hilo musical, climatización, porche y areneros, sensor de luz crepuscular que hace que se enciendas las luces cuando cae la noche son algunas de las comodidades de las que disfrutan los «inquilinos» durante los primeros meses de vida.

Cuidado intensivo

¿Un exceso? «Para mí es fundamental el bienestar de los animales. Además, considero que es fundamental que sea cómodo para mí y lo que tú le transmites es fundamental para el carácter de los perros», para acto seguido aclarar que lo que quería por encima de todo era evitar la sensación de entrar en una perrera.

Cumplidos los cuatro meses, los perros son entregados a las que serán sus familias. Aunque llegar a ese punto en el caso de los caniches toy, puros yorkshire terrier, pomeranian y chiguagua -las cuatro razas que se crían en el centro canino Coralita- exige dedicación y mimo.

Cuenta Argüeso que las hembras preñadas requieren vigilancia exhaustiva. «Si en algún momento me ausento de casa, quedan con una cámara que sigo a través del móvil porque si se pone de parto ya tienes que estar con ella, porque son perros que no paren solos», relata. Y el hecho de que algunos cachorros sean tan pequeños (40-50 gramos) obliga a tenerlos en habitaciones climatizadas, con mantas térmicas e incluso algunos hay que sondarlos para que puedan salir adelante.

Precios

Y evidentemente, todo repercute en el coste. Los perros mini no están al alcance de cualquiera. Anota que los perros que «salen, tras pasar una revisión veterinaria, sus correspondientes vacunas, pasaporte, microchip y garantía sanitaria» tienen un precio que va de los 1.200-1.500 euros en adelante, dependiendo de la raza elegida. Argüeso lo tiene claro: un perro de este tipo por debajo del precio señalado o procede de criaderos ilegales y no cuenta con las garantías sanitarias adecuadas o no es puro. «A veces me encuentro con propietarios de supuestos yorkshires que cuando salgo a la calle con los míos, preguntan qué raza es», concluye.

La firma trabaja con yorkshires, caniches enanos o pomeranian y chiguaguas