La deportista valdoviñesa es una de las artífices de la clasificación de la selección para el Europeo de Francia
10 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Con el billete para disputar los Juegos del Mediterráneo con la selección española de Balonmano, Alicia Fernández está de paso tan solo unos días en su casa de Valdoviño. La jugadora ha logrado darle la vuelta a la lesión de rodilla y vive su momento más dulce de su carrera deportiva tras conseguir el combinado nacional un puesto en el Europeo de Francia. «El primer objetivo era clasificarnos, y el segundo intentar hacerlo como primeras de grupo por la importancia de los cruces, así que hemos regresado todas muy contentas porque hemos conseguido ambos y era muy importante», explica.
Aunque los Juegos del Mediterráneo le van a robar parte del verano, asegura estar muy ilusionada de volver a estar convocada con la selección. «Como todas las veces que me llaman, voy con mucha ilusión de poder disfrutar en la sede y tener otra oportunidad para poder vivirlo», reconoce. De su primera convocatoria nacional, en marzo del año pasado, tiene un recuerdo agridulce. «No llegué ni a jugar porque fue cuando el médico me detectó que me tenía que operar la rodilla. Fue difícil que justo la primera vez que iba me saliera lo de la rodilla pero lo afronté con positividad. Y justo al año siguiente, después de todo el trabajo que tuve que dedicarle a la rodilla, el poder volver a entrar en una convocatoria fue un premio al esfuerzo», agradece.
El próximo objetivo con la selección española será alcanzar alguna medalla, aunque la central es cauta. «Sabemos que hay muchas selecciones que también pueden optar a medalla, hay un paso muy pequeño entre no conseguir nada o conseguir mucho, pero se nos caracteriza por la garra y la entrega que tenemos. Quizás nos tengamos que esforzar más que otras selecciones pero podemos optar a cualquier cosa», explica.
A título personal, su primera temporada en el club Ramnicu Valcea de Rumanía ha satisfecho sus expectativas. «Terminamos el año cumpliendo el objetivo de quedar entre las cuatro primeras para jugar en Europa el año que viene. Y luego en la Copa quedamos subcampeonas. Así que ha sido un año positivo, me ha servido para adaptarme, cada vez he estado mejor en la Liga y creo que el año que viene será todavía mejor, más adaptada y con el equipo que ya no será tan nuevo», augura la jugadora valdoviñesa.
Aunque marcharse tan lejos pueda parecer una experiencia vertiginosa, agradece todo el apoyo del equipo en esta etapa y para conseguir su recuperación. «Tenía la intención de salir fuera de España a jugar y una de las opciones era Rumanía. Me fui lesionada de la rodilla y fueron los que más fuerte apostaron por mí, se preocuparon por recuperarme y eso también me dio confianza para ver que de verdad podía salir bien la experiencia. Está muy lejos y no todo el mundo se plantea irse allí, pero es una liga muy fuerte y está muy bien», valora, y sentencia: «Ha merecido la pena totalmente marcharme a Rumanía».