«La marquesina es nuestro Parlamento»

ANA F. CUBA VALDOVIÑO / LA VOZ

VALDOVIÑO

CESAR TOIMIL

Evangelina Hermida Vergara, que mañana cumple 88 años, derrocha alegría tras una vida de «muchísimo trabajo»

11 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

«Del corazón para arriba soy joven, muy joven, y estoy al loro; para abajo no, porque estoy muy mal de las rodillas. Soy una persona muy alegre, muy positiva y muy optimista, y me gusta estar con gente». Evangelina Hermida Vergara, que mañana cumple 88 años, se define en dos frases. Nació en Atios, en Valdoviño, donde ha transcurrido su vida. «Mis padres eran labradores y les ayudaba en la huerta [...]. Cuando abrió el cámping, ya casada, trabajé como lavandera, lavaba más ropa en una semana de la que ahora lavan en un mes, todo a mano, en la Puerta del Sol, con una tina grandísima en la cabeza, que había que levantar entre tres, y otra debajo del brazo», recuerda.

«Del corazón para arriba soy joven, muy joven, y estoy al loro; para abajo no, por las rodillas» 

Durante años, la lavandera también ejerció de percebeira, «en Meirás, en Pantín y por las rocas de A Frouxeira». «Había buenos percebes, los vendíamos en la lonja de Cedeira o Ferrol, y a veces también en casa». En los ratos libres echaba una mano en la cocina del cámping y después les ayudó a su hija y a su yerno en el conocido restaurante Las Pesqueiras. «Mi marido, Pepe Fraguela, falleció va a hacer siete años, fue camarero en muchos sitios, pintor... Yo fui muy trabajadora, es feo decirlo, pero lo sabe todo el vecindario».

O Grupo dos «Falanjeiros»

Pero Evangelina también es poeta. «Me sale, me viene a la cabeza, e incluso compongo la música, y después se lo dicto a mi nieto». Él transcribe lo que su abuela recita y luego reparte copias entre sus amistades, en la marquesina, donde se reúnen cada tarde de buen tiempo un nutrido grupo de amigas «para conversar, por eso le llamamos el Parlamento [antes era la Moncloa]». Su fama como rimadora trasciende las fronteras de Valdoviño e incluso recibe encargos, como el de una vecina que le pidió unas estrofas por el 81 aniversario de su madre.

«La poesía me sale, me viene a la cabeza, hasta con música, y después se la dicto a mi nieto»

A las congresistas les dedicó un poema, Grupo dos Falanjeiros, que resume el espíritu de la marquesina: «Os deste grupo somos la leche / non o podemos remediar / que entre chistes e lembranzas / pasámolo chupiguai / Somos de varias idades / xente nova e xente vella / canto máis nova máis toma / canto máis vella máis leva». En otra copla rinde Honores á Frouxeira: «Polas túas propiedades / de curar a tanta xente / de varias enfermidades / Ti es fonte de salú / ti tes iodo, sol e aire / e algas beneficiosas / que moita xente non sabe».

Oficina de turismo

No falta el tono reivindicativo en su obra, crítica «co desastre da Frouxeira e a desfeita da lagoa», que dan título a dos de sus creaciones. Ahora espera que el Concello cumpla lo prometido y amplía la sede del Parlamento. «Hay días que llevo siete u ocho sillas, llegamos a ser catorce, lo pasamos en grande. De política hablamos poco, porque no entendemos, pero sube y baja la gente y todos paran con nosotros [en invierno nos echan de menos]; y también somos la oficina de turismo, muchos nos preguntan, sobre todo extranjeros, tendrían que ponernos un sueldo [ríe]».

La trovadora de Atios se atreve con la política y en tiempos ya algo lejanos escribió O repaso, tan vigente hoy como entonces: «Imos a darlle un repaso / aos asuntos do goberno / que co seu trejemaneje / téñenche parte co demo / Están nun bon enguedello / hai moitos enguedellados / cando se desenguedelle / deus os colla confesados / Fixeron e desfixeron / e nin Dios lles fixo caso / e aos cartiños que se foron / botádelles un can no rastro / Canto vai estrafulado / foi todo unha martigada / sacaron e non puxeron / e España quedou pelada [...] Polas corredoiras vellas / irían a cento vinte / todos e cada un deles / se correran como minten». Así discurren los días de esta mujer, tras una vida «de muchísimo trabajo y sinsabores». «Tengo muchas amistades, me aprecian y yo a ellos [...]. Con nosotros no se aburre nadie».