Un espacio «vivo» para zambullirse en la cultura del surf

VALDOVIÑO

JOSE PARDO

Fotos antiguas, tablas, neoprenos y mucha historia dan forma a un museo que quiere romper estereotipos

29 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El surf es mucho más que arena y sal, pieles bronceadas por el sol, la señal de shaka y mechones dorados impregnados de salitre. Se trata de una práctica de orígenes milenarios, pieza angular de culturas y sociedades como la hawaiana y un deporte íntimamente ligado al arte, donde ha sido capaz de inspirar obras cinematográficas, musicales, fotográficas... Lo cuenta, con auténtica pasión, el presidente del Océano Surf Club, Jesús Busto, quien a lo largo de los últimos meses ha trabajado a destajo para parir los contenidos del Océano Surf Museo de Valdoviño, que este mismo viernes abrirá sus puertas en la Casa da Cultura del municipio.

«Las personas que conocemos este mundo estamos ya un poco cansados de todos los estereotipos que rodean al surf y creo que este museo servirá para romper esos clichés», dice Busto ilusionado, al otro lado del teléfono, desde el muelle de Ferrol. Y a pocos kilómetros de allí, en el corazón de ese nuevo espacio museístico -ubicado en una sala acristalada con vistas a la espectacular playa de A Frouxeira-, el alcalde de Valdoviño, Alberto González Fernández, no hace sino confirmar sus palabras. «El museo no solo se aproxima al surf desde un punto de vista deportivo, sino que también permite profundizar en su historia y cultura», cuenta el regidor mientras muestra los paneles que explican el devenir de una práctica originaria de la Polinesia, pero que también cuenta con raíces en Perú, China o el África Occidental.

JOSE PARDO

A pocas horas de la inauguración del museo, el alcalde no podría sentirse más satisfecho. Recuerda que la idea surgió del Océano Surf Club -Vicente Irisarri fue el primero al que se le encendió la bombilla- y resalta lo rápido que aquella propuesta encontró respaldo en el Concello. «En la primera reunión que tuvimos ya les dijimos que sí, porque nos pareció una idea formidable», rememora González Fernández.

Diecinueve meses después de aquel encuentro, el proyecto se ha hecho realidad gracias a una inyección económica de 100.000 euros procedentes de fondos europeos, otros 50.000 de las arcas municipales y la implicación de las escuelas de surf del municipio. El resultado se podrá contemplar a partir del viernes en la primera planta de la Casa da Cultura, donde el museo permite zambullirse en la cultura del surf a través de paneles explicativos que profundizan en su historia global y local -con una atención especial a Galicia, donde empezó a practicarse a finales de los años 60-, pero también con imágenes, licras y tablas con mucha historia.

Además, el nuevo espacio cuenta con una sala dedicada íntegramente al Pantín Classic y un rincón de realidad virtual para experimentar la sensación de deslizarse sobre las olas como si se estuviese surfeando en el mismísimo océano. Pero todos esos fondos no son inamovibles, ya que los promotores quieren que el museo se convierta en un espacio «vivo», abierto a la incorporación de nuevos elementos y materiales. Y que genere, además, una actividad paralela muy dinámica con la organización de festivales de música, charlas, exposiciones temporales, ciclos de cine...

¿Qué supondrá todo esto para Valdoviño? «Pues, sobre todo, el museo tiene que ser un referente deportivo, cultural y económico, además de un aliciente para visitar un municipio cuyo gran polígono industrial es su patrimonio natural», dice convencido el alcalde.