Solo quedan tres nidos de píllara de las dunas en la comarca

Bea Abelairas
B. Abelairas FERROL

VALDOVIÑO

Los paseos por zonas protegidas están acabando con esta especie y con otras como escarabajos singulares o flora

13 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Es un momento delicado para una ave protegida: la píllara de las dunas, ya que está incubado los huevos de los que saldrá una nueva generación. Sin embargo, en los arenales de Ferrol y la comarca casi todo el mundo hace caso omiso de los carteles que recuerdan esta situación y eso a pesar de que solo quedan tres parejas, según los datos de la Sociedade Galega de Historia Natural.

María López tiene una casa familiar en Covas y reconoce que los fines de semana sale a pasear con su perro, su hermana y el can de esta, porque nunca han reparado en esta cuestión. «Tal vez no está lo suficientemente señalizado», se defienden. Mientras, el naturalista Xan Silvar recuerda los daños que pueden causar los juegos o paseos de las mascotas: «Primeiro poden destruír os niños e se andan pola zona poden facer que se ausenten as píllaras e que se acerquen os corvos que procedan a destruír as zonas de posta», apunta un experto que colabora con la Sociedade Galega de Historia Natural. Esta entidad suministra información a la Xunta con el que se ha elaborado un plan de protección de esta especie. «Se protexen os niños e o plan contempla sancións, algunhas importantes, pero no hai persoal para vixiar», apuntan desde la Sociedade.

Tumbarse en la toalla

Colocar la toalla cerca de zonas donde está anidando la píllara de las dunas también le afecta, porque puede provocar que se asuste y que acudan otras especies más depredadoras y menos tímidas, como los cuervos, a destrozar sus nidos.

«Entendemos que coa chegada do bo tempo a xente queira pasear polas praias, pero hai moitos espazos para facelo sen danar as dunas», alerta un estudioso de este ecosistema que en la comarca cuenta con zonas ya muy deterioradas por el trasiego. Los paseos por estas zonas, que en países como Francia, están casi valladas dañan a una larga lista de especies vegetales, entre la que destaca la omphalodes littoralis. Además de seres como un escarabajo «humilde currantes do sector do tratamento de residuos chamados Eurynebria complanata, capaz de tratar detritos en plena liña de marea. Ou Zabrus pinguis, outro colega».

 Las zonas frágiles

Senderos entre las dunas. La Sociedade Galega de Historia Natural alerta de que entre las dunas de ambos arenales hay hasta caminos cuando no se debería pisar. foto Ángel manso

Omphalodes littoralis, planta más amenazada. Los paseos por las dunas casi han arrasado esta especie, pero también musgos o escarabajos como el eurynebria complanata o el zabrus pinguis, que además hacen una gran labor en el equilibrio del ecosistema.

 Perros sueltos. Cuando las mascotas campan a sus anchas por arenales como los de Esmelle, Valdoviño, Santa Comba o Ponzos pueden destrozar a los nidos de las especies protegidas. El paso de las personas cerca de alguno de estos espacios también interrumpe la incubación. foto X. s.

 Sanciones. Los nidos se encuentran debidamente señalizados en virtud de un plan que prevé sanciones para los que lo incumplan. 

La píllara de las dunas. Están en la época de incubación de los nidos y por eso es vital para la especie dejarlos en paz, incluso poner una toalla cerca puede ahuyentar al cabeza de familia. foto X. s.