«No pienso en la edad ni en la muerte, solo en vivir»

Carla Elías Martínez
Carla Elías VALDOVIÑO

VALDOVIÑO

CEDIDA

Rodeada de su familia, hijas, nietos y bisnietos, Benilde Iglesias celebró su aniversario pensando ya en la fiesta de los 101

03 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Rodeada de sus allegados y con vistas a un lugar muy significativo y emblemático para su vida, Benilde Iglesias Rodríguez celebró el pasado fin de semana un aniversario muy especial. No todos los días cumple uno cien años, por lo que su familia quiso organizarle una jornada que nunca olvidará. «Fue muy emotivo», recuerda.

Sentados a la mesa estaban entre otros sus hermanas, hijas, nietos y bisnietos, que son una de sus grandes pasiones, que hizo el día, si cabe, aún más emocionante. Disfrutaron de una comida especial en el restaurante O Castro, donde el resto de comensales y los trabajadores quisieron felicitarle también el centenario.

Benilde nació en Pantín el 31 de octubre de 1915. Su vida ha transcurrido entre Galicia, Asturias y Suiza por el trabajo de su marido que estuvo empleado en varias factorías y los astilleros ferrolanos, en la antigua Bazán.

Pero, ¿cuál es el secreto de esta longevidad? «No pienso en la edad ni en la muerte, solo pienso en vivir», le comentaba a su familia. Asegura que no esperaba llegar a cumplir los cien años, -«no se como llegué hasta aquí», bromeaba- aunque ahora ya espera ansiosa su próximo cumpleaños. Su familia aún prevé organizarle más sorpresas ya que al cumpleaños no pudieron asistir todos los invitados.

Resalta que lo importante es no perder nunca las ganas de vivir y de hacer cosas. Como por ejemplo, trabajó en el campo, afición de su marido, hasta más de los ochenta años, y ahora, a pesar de que los años pesan y los achaques se dejan notar, como las dificultades de audición, es de lo más autosuficiente. Le gusta salir a la terraza de su casa y pasear. Y otro ingrediente de su receta para llegar a la centena es visitar lo menos posible los médicos. «Le operaron de cataratas hace poco y no lleva ni gafas», explican sus hijas. Poder vivir en Pantín, de donde no se quiere marchar por nada del mundo, también le anima el día a día. Uno de los peores momentos, recalca la familia, fue con la muerte de su marido hace tan solo tres años. «Entonces estuvo un tiempo mal y le afectó», señala una de sus hijas con las que reside en Pantín, Pilar.

Una familia muy longeva

Benilde es la centenaria de una familia que sabe lo que es rozar la centena. Su marido falleció camino de los 96 años, y sus dos hermanas van camino de los 90 y 95 esperando poder celebrar también un cumpleaños tan especial.