Susana Bouzamaior, naronesa asentada en Valdoviño, propone aprender y practicar el idioma «de manera divertida», con charla y juegos
29 nov 2022 . Actualizado a las 21:55 h.En el café Dzine, creado en 1988 en el ambigú del viejo cine Avenida de San Sadurniño y reabierto desde abril de este año, además de compartir tiempo y consumiciones con los amigos o con una misma, se puede aprender inglés. Los clientes tienen la opción de ir a merendar y, de paso, practicar el idioma y mejorar su comunicación. La propuesta, de momento, se ciñe a los miércoles, aunque si la demanda lo requiere podría ampliarse. «Mi hermano [Arturo] sabe que en otros sitios se hace y pensó que por qué no aquí, y como tiene una amiga que da clases....», cuenta Conchi Domínguez, al frente del negocio.
En un principio, la idea era combinar desayuno e inglés, pero al final se trasladó a la tarde. «Empezamos la semana pasada con tres chicas», señala la hostelera. Basta con contactar antes con la profesora, en el 648 809 198, para quedar. Los alumnos pagan nueve euros y a cambio reciben una clase y un par de cafés o infusiones, «con un pincho, una tostada, un trocito de bizcocho...», apunta Conchi. «Nos gusta que se cree una dinámica. Es bonito ver a la gente aprendiendo, que los niños se acostumbren a ver gente hablando en inglés...», recalca.
La enseñante es Susana Bouzamaior (Narón, 1979), vecina de Valdoviño. En la carrera, Empresas y Actividades Turísticas, estudió inglés y alemán. Y durante ocho años trabajó de azafata en vuelos comerciales (en España y Portugal) y en un jet privado (con equipos de fútbol como el Deportivo). Ahora se dedica a impartir clases de inglés en la Cooperativa do Val: «Tengo un grupo de adultos que nunca habían estudiado inglés, desde 64 a 85 años... eran de francés y les gusta mucho, lo viven y aprender de manera divertida, sin presión». Así es como le gusta formar a sus estudiantes, en las sesiones presenciales y en las que ofrece en línea, a través de Zoom —«lo descubrí en la pandemia y tiene muchas posibilidades, con la pizarra digital, puedes poner vídeos, canciones...»—.
Bouzamaior acude cada miércoles, a las siete de la tarde, a Dzine. «Pueden asistir sin más, pero lo ideal es que me llamen para reservar, para saber qué nivel tienen para poder separarlos por grupos», explica. «Al principio, la gente no se animaba por vergüenza, por si los demás tenían más nivel... mezclarlos está bien porque unos tiran de los otros, pero hasta cierto punto», señala.
En cada grupo admite hasta diez participantes. «Es una forma de tener acceso al inglés de manera divertida, una hora y media charlando, merendando, con juegos de mesa [para que aprendan las reglas básicas y expresiones como ‘te toca tirar' o ‘has hecho trampas']. Es pasar un ratito y soltarse», comenta. En estas sesiones incide en la expresión oral y el oído, no tanto en la gramática, que sí trabaja en casos de preparación de exámenes.
Pero a Dzine se va a disfrutar, del café, del ambiente y, si se tercia, de la conversación en inglés, como propone esta profesora entusiasta de las lenguas. «Cuando mis padres se fueron a vivir a Aragón aprendí catalán, y mi primer empleo fue en Telefónica, en catalán desde A Coruña; viví en Portugal y aprendí portugués; y el inglés es el idioma universal, y en la aviación, una de mis pasiones [viajas y conoces otras culturas] es imprescindible».