El exmecánico al que nunca le faltaban herramientas para echar una mano

M. A. FERROL

SAN SADURNIÑO

Hilario Rodríguez Fernández (jubilado de IASA, 83 años, San Sadurniño)

27 jul 2018 . Actualizado a las 18:54 h.

Un descafeinado con sacarina espera a que, como cada mañana, el afable y conversador Hilario cruce la puerta del bar Ubaldo en Moeche. Perdió la vida, esa a la que siempre le ponía su mejor cara, en un trágico atropello en Lamas, la parroquia de San Sadurniño que lo vio nacer hace 83 años.

Dedicó su actividad profesional al servicio de los viajeros de IASA, cuyos buses mantenía a punto como mecánico, al tiempo que su mujer, Marina, regentaba una carnicería en Fene, donde residieron hasta la jubilación. A su regreso a Lamas, ya sin obligaciones laborales, tuvo que enfrentarse a la viudedad. «Deixouno moi tocado», relata su gran amigo Ubaldo López. Pero el pundonor que siempre acompañó a su persona, lo sacó adelante. «Axudaba a quen lle fixera falta. Un bo home». Deja huérfanos tres hijos y un amargo acorde para los buenos amigos con los que se aventuró a la guitarra. «Sempre alegre».