Los propietarios piden compensaciones por las restricciones para plantar eucaliptos

ANA F. CUBA ORTIGUEIRA / LA VOZ

SAN SADURNIÑO

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Reclaman beneficios fiscales o la expropiación del terreno que quede improductivo

15 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La decisión del Concello de Ribadeo de aplicar la Lei 3/2007 de Prevención e Defensa contra Incendios Forestais de Galicia, modificada el 28 de diciembre de 2017, a raíz de la oleada de fuegos del mes de octubre, ha puesto en alerta a los propietarios forestales. «Este caso vai ser exemplo para outros», vaticina Ramón Reimunde, presidente de la federación de asociaciones de productores Promagal. La reforma obliga a gestionar la biomasa (desbrozar) en una franja de 50 metros en torno a suelo urbano, núcleo rural y urbanizable, viviendas aisladas, urbanizaciones, depósitos de basura, cámpings, gasolineras o parques e instalaciones industriales, donde, en ningún caso se podrán plantar pinos, eucaliptos o acacias.

«Pedimos algún tipo de compensación pola perda de produción, no caso das estradas, unha expropiación forzosa por ben público, e no das casas tamén algunha medida», apunta Reimunde. «Con las pistas que tenemos en Galicia, son miles y miles de hectáreas las que no se podrían utilizar», apunta Amando Romero, responsable de la Cooperativa Forestal Ganadera Regional (Cofogar). Propone que la franja de 50 metros de protección de las viviendas, «la compre el propietario de la casa, a un precio muy bajo, para que el dueño deje de pagar la contribución».

Diana Fernández, secretaria del colectivo de productores de As Somozas (Promaso), lamenta que «sempre paguen os pratos rotos os propietarios» y aboga por que la Administración «conciencie á xente, porque prohibindo non se consegue nada». Teresa Rañal, presidenta de Promamoeche y secretaria de Promaferrol, incide en el menor impacto de los incendios en el norte de A Coruña y Lugo, «zonas de producción maderera, con los montes más cuidados» y defiende «que se estudie cada caso». Desde Terra Rendible (Narón) constatan que en los últimos meses se ha endurecido el control de las nuevas plantaciones por parte del Distrito Forestal.

Un técnico de este organismo impartirá una charla en San Sadurniño sobre las últimas modificaciones normativas, «para ir concienciando á xente», explica el edil Manolo Varela, partidario de que sea la Xunta, a través de los agentes forestales, la que vele por el cumplimiento de la norma, no los concellos, «moitos sen capacidade para facelo».