Albatros, una pensión de nueve habitaciones, reforzará la oferta hotelera de Pontedeume

ANA F. CUBA PONTEDEUME / LA VOZ

PONTEDEUME

Sara Carpente, gerente del nuevo hotel Albatros.
Sara Carpente, gerente del nuevo hotel Albatros. CESAR TOIMIL

El hostelero Francisco Carpente promueve este alojamiento de la calle Real, que tendrá cafetería y gestionará su sobrina Sara

12 feb 2023 . Actualizado a las 12:51 h.

Los Carpente son una familia eumesa con larga trayectoria en el sector hostelero. Sara, de 30 años, representa a la tercera generación de esta saga. Sus abuelos montaron O Chiringuito, en la playa de A Madalena, que después pasó a dos de sus hijos y ahora está en manos de otros dos, los encargados del restaurante La Solana y Brasería Labora, también en las inmediaciones de la playa de Cabanas. Uno de ellos, Francisco Carpente, compró hace tiempo un inmueble en la calle Real, en el casco histórico de Pontedeume, que ha rehabilitado para crear un alojamiento.

«Cuando salieron las ayudas del GALP [Grupo de Acción Local Pesqueira] Golfo Ártabro Norte las solicité, pero no llegaron los fondos, volví a intentarlo y ahora sí. Gracias a esa financiación he podido ejecutar este proyecto. Me animó el auge del Camiño Inglés [que pasa al lado] y el atractivo turístico de Pontedeume que, sin embargo, tiene una infraestructura escasa para atender la demanda», explica Francisco Carpente, tío de Sara, que dirigirá el negocio.

Albatros, una pensión de dos estrellas, según la calificación oficial de Turismo, estuvo a punto de abrir en diciembre, pero el retraso de las obras obligó a aplazar la inauguración. Si todo va bien, será este mes, y si surge algún imprevisto más, se contentan con ponerlo en marcha en Semana Santa.

Sara Carpente estudió Fotografía y después Relaciones Públicas, y el viernes dejó su empleo en una agencia de comunicación, trabajo que compaginaba con la gestión del pub Little Vía Pública, también en Pontedeume. «Lo voy a seguir llevando», comenta, muy ilusionada con esta nueva aventura en un sector que conoce bien, desde pequeña. «Llevamos toda la vida en la hostelería», recalca. Albatros es «un pequeño hotel» de nueve habitaciones, repartidas en tres plantas, y una cafetería con servicio de cocina (y terraza) en el bajo, pensada para los huéspedes y para el resto del público. El edificio destaca por las características galerías de madera de la fachada, y dispone de ascensor.

«Iremos con calma, viendo las necesidades de la gente», apunta, en alusión al local hostelero, donde promocionarán «la gastronomía gallega, con producto local». Aunque la ruta jacobea discurre justo por allí, su intención es «no enfocarlo solo a los peregrinos, sino ir más allá, acercar el turismo a Pontedeume», y tratar de desestacionalizar el sector, apoyados en las Fragas do Eume y en una oferta de calidad. «Queremos que la gente se sienta como en casa, pero con las máximas comodidades y siempre vinculados con la sostenibilidad», remarca. La plantilla inicial será de tres personas y se reforzará en verano, la temporada alta.