Quejas por los accesos y la falta de señalización del polígono de Vidreiro, en Pontedeume

ANA F. CUBA PONTEDEUME / LA VOZ

PONTEDEUME

JOSE PARDO

El alcalde asegura que lleva casi dos años negociando con el Gobierno central para poder abrir una entrada alternativa

22 oct 2022 . Actualizado a las 11:34 h.

En enero de 2001 se inauguró el polígono industrial de Vidreiro, de 116.269 metros cuadrados (divididos en 33 parcelas), en cuya urbanización había invertido 3,6 millones de euros el Instituto Galego de Vivenda e Solo. Tres años después, tan solo se habían ocupado dos parcelas, una para el punto limpio del Concello de Pontedeume y otra para una marmolería. El desinterés de los empresarios se atribuyó a falta de conexión directa con la autopista, muy próxima al parque.

Pronto se cumplirán 22 años, hay unas siete u ocho empresas operativas en el polígono y varias parcelas vendidas que siguen vacías. Pero si algo no ha cambiado nada son los accesos, una complicación sobre todo para el transporte de mercancías. «Si vienes desde A Coruña por la N-651, cuando llegas a Campolongo tienes que meterte a mano derecha y girar, pero los camiones tienen que invadir el carril de la izquierda, cruzando una línea continua, para poder hacer el giro de 180 grados. Para poder meterse tienen que cometer una ilegalidad», resume un afectado.

Salir de la autopista en Miño tampoco les sirve: «Un tráiler no gira bien en la rotonda. Lo que solían hacer para ir hacia el polígono de Vidreiro era atravesar la urbanización de Fadesa, pero ahora se lo han impedido». Transitar por el puente de Pedrido tampoco es una opción para camiones de determinado tonelaje. Por tanto, los tráileres que circulan por la autopista con destino a Vidreiro no tienen otra posibilidad que salir en el peaje de Pontedeume, cruzar el puente y subir a Campolongo por la N-651.

El alcalde de Pontedeume reconoce el problema y asegura que lleva casi dos años negociando con el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana para intentar «conseguir un nuevo acceso al polígono». El ramal de la AP-9 se descartó «porque la normativa actual no permite hacerlo, por no cumplir las distancias con los túneles», explica Bernardo Fernández. «La alternativa sería entrar a la altura de Leche Celta, aprovechando la vía de servicio que va paralela a la autopista», apunta. Esta opción encajaría con sus planes de ampliar el polígono industrial, que trasladó en abril a la gerente de Suelo Empresarial del Atlántico, Beatriz Sestayo.

Empresarios y usuarios del parque de Vidreiro también se quejan de la falta de señalización. «Si vienes de A Coruña, el indicador del acceso está cuando ya te metes dentro del ramal», afirman. Ya en el polígono, no queda ni rastro del panel informativo sobre las empresas existentes ni del cartel que indicaba en qué calle se encontraba cada una.