«La gente de Pontedeume tenía ganas de volver a ir a la plaza»

A. F. C. PONTEDEUME / LA VOZ

PONTEDEUME

CESAR TOIMIL

Cinco semanas después de regresar al centro, el mercado revive

18 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

«Entre la novedad y que la gente tampoco puede salir de Pontedeume, el mercado está funcionando. Todos estamos más contentos», reconoce Julio Pérez, de floristería Olmo, uno de los negocios que sobrevivió al traslado de la plaza de abastos eumesa a las lonjas de Raxoi. Agradece la respuesta de los vecinos: «Se alegran de que estemos aquí, muchos no iban abajo por la incomodidad de subir con las bolsas de la compra y los problemas de aparcamiento». Asegura que las ventas «van bien», en su caso y en el de sus compañeros. «Abajo era aguantar, subsistir», resume en alusión a los siete años de obras y avatares en torno a la ampliación y la renovación del mercado municipal de Pontedeume.

«Las ventas han aumentado al acercarnos al centro del pueblo, la gente tenía ganas de volver a ir a la plaza; abajo casi iban más los de fuera, para las amas de casa se hacía duro ir a pie, subir la cuesta», sostiene otro placero. «No tiene nada que ver dónde estamos con dónde estábamos, pero hay que darle un poco de tiempo. La cafetería está cerrada, como toda la hostelería de fuera, y eso se nota mucho», añade.

Los recién llegados al mercado también parecen contentos. «Está funcionando bien, aunque hasta ahora casi no lo tengo en cuenta porque la movilidad está limitada. Va bien, pero hay margen de mejora, será a partir de Semana Santa cuando se vea», opina Patricio Bouza, de la panadería Patricio, que ha abierto en la plaza su tercer despacho en la villa eumesa. Los otros dos se encuentran en los extremos. «Teníamos abandonado el centro y nos hacía ilusión tener un puesto en la plaza de abastos», señala.

Estos días han vendido rosquillas y orejas y, sobre todo, mucha masa, porque a los eumeses les gusta preparar los dulces de entroido en casa. «Aquí ofrecemos todos nuestros productos, aunque ahora, con la pandemia, la gente pide piezas más pequeñas, porque no se juntan las familias», comenta. Y apunta una asignatura pendiente por parte del Concello, el aparcamiento: «Es necesaria la zona azul alrededor del mercado, porque ahora tienes que hacer cola hasta para descargar la mercancía». El alcalde, Bernardo Fernández, dice que están pendientes de recibir la máquina expendedora de tiques.

Entre los nuevos también figura la carnicería Súper Pepucha, de Cabanas. «Va bien, pero estamos en una situación muy atípica, en lo peor del año, por la cuesta de enero-febrero, y con cierre perimetral en todos los concellos», constata. Aun así, dice, «la plaza ha quedado muy bonita y hay bastante afluencia de gente».

Alguno de los veteranos se queja de que, poco más de un mes de la reapertura del mercado, el Concello ya les haya remitido los recibos pendientes de los dos últimos años en las otras instalaciones: «No dan tregua, es algo injusto con lo que pasamos».