«Es un alivio grande no tener que pagar el alquiler del bajo en abril»

ANA F. CUBA PONTEDEUME / LA VOZ

PONTEDEUME

CEDIDA

Los dueños de los locales eximen del abono de la renta a una florista que acaba de ser madre y a una pareja que abrió hace poco una sala de eventos en Pontedeume

21 mar 2020 . Actualizado a las 17:21 h.

Ángela Garrote, eumesa de 36 años, dio a luz hace tres semanas. Ya en casa con su pequeño, Alejandro, recibió un inesperado wasap de los dueños del bajo de la calle Real de Pontedeume donde montó, en el verano de 2018, una floristería. «Quería comentarte, con todo este lío del coronavirus, que supongo que tendrás que tener la tienda cerrada, no nos pagues el alquiler el mes que viene». «No sabéis cuánto os lo agradezco, de verdad -contestó-, todo lo que os diga me parece poco. Mil gracias de verdad por vuestra solidaridad». «De nada. Tú descansa y cuídate y no te preocupes por ahora», insistieron los caseros.

«Es un alivio bastante grande», reconoce esta pequeña empresaria. La tienda, situada en el centro del casco histórico, «funcionaba de maravilla», pero el parón forzoso la dejará sin ingresos durante una temporada, que nadie sabe cuánto durará. «Estoy muy agradecida, cuando me avisaron aún no se sabía que no se iba a poder abrir», recalca.

La sala Guion Club

Este fue el mensaje que les envió a Alejandro López y a su socia y pareja, Sabela Regueira, el dueño del local donde abrieron, hace cuatro meses, la sala Guion Club: «Hola Álex. Como ya supondrás, este tiempo que dure todo esto del coronavirus no vais a pagar alquiler». Y esta fue la respuesta: «Muchas gracias a vosotros por la solidaridad. Son tiempos muy difíciles para todos y, si nos unimos, saldremos de esta».

«Esto es un palo para el negocio, que empieces y que ya te pase esto...», lamentan estos emprendedores eumeses, con experiencia en el sector hostelero y con ganas de sacar adelante su proyecto. «Queremos ser una sala de eventos, con fiestas de cumpleaños para niños por las tardes, celebraciones privadas, barras libres...», explican. Anoche contaban con unas 30 personas para celebrar el 40 aniversario de un amigo. La sorpresa tuvo que aplazarse. Alejandro pide respaldo para los arrendadores de su establecimiento, el antiguo Odeón, que han reformado. «Nos gustaría que este tipo de gestos se contagiara en la sociedad, que nos vayamos ayudando unos a otros. A los dueños también deberían apoyarles, no quiero que dejen de cobrar el alquiler. Hay gente que vive de los alquileres, e igual que se frena nuestro negocio se frena el suyo».