La tromba de agua causa daños en el talud y los accesos de la playa de Ber

A. F. C. PONTEDEUME / LA VOZ

PONTEDEUME

CEDIDA

Costas acondicionará de urgencia el arenal y tras el verano completará la actuación

03 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La tromba de agua que cayó la tarde del sábado ha provocado destrozos importantes en la playa de Ber, en Pontedeume. La riada causó un desprendimiento de la ladera, al lado de las escaleras de madera (la zona está señalizada), y socavó los cimientos de esta estructura, por lo que Costas ha decidido cerrarla durante el verano. Al arenal se puede acceder a través de la rampa situada justo al lado de la caseta de los socorristas y también por los escalones de hormigón.

El alcalde, Bernardo Fernández, visitó ayer la playa junto a responsables de Costas, que realizarán una intervención de urgencia esta misma semana. «Van a empujar lo que se cayó contra el talud, para aguantarlo y hacer un movimiento de arena, dentro de la playa, desde las zonas en las que se acumuló por efecto del agua», indicó el regidor. Está previsto rellenar con arena la zona que ha quedado abierta bajo las escaleras de madera. «Y por el río también se echará zahorra», añadió el mandatario local.

La intervención de fondo se aplazará hasta después del verano, tanto por no interferir en la actividad de la playa en pleno período estival como por razones económicas, puesto que Costas aún no dispone de dotación presupuestaria para este ejercicio. «En septiembre se asegurarán los taludes, con algún sistema de contención», avanzó Fernández. Confirmó, por otro lado, que la canalización de aguas no resultó dañada, como temían los vecinos. «El colector está intacto, rebosaron las rejillas, con la acumulación de piedras y otros restos, pero al limpiarlas ya funciona con normalidad», señaló Fernández. Los vecinos mostraron su preocupación por los destrozos y lamentaron que «alguien, no se sabe quién, cortara los pinos que había en la zona del talud que se desprendió el sábado, hace ya unos cinco o seis años, dejando así el terreno sin ningún elemento que sirva de sujeción».