Tras varios años de crisis, la incorporación de jóvenes al sector y el aumento y la renovación de embarcaciones mejora las expectativas para la cofradía eumesa
27 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.«Debemos ser o único porto, con Malpica, que non fomos a menos», destaca el patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de Pontedeume, Manuel Fuentes. El pósito cuenta con seis barcos de cerco y diez de artes menores, 16 permisos de explotaciones de marisqueo a flote (en lancha) y 19 a pie (para otros tantos mariscadores). «Ahora han venido algunos barcos de Sada y de Ares, de artes menores, han cambiado de puerto base, y hay gente joven que ha comprado embarcaciones», explica Isidro Fernández, secretario del pósito.
«Fomos medrando, pouco a pouco [...], os mundos están moi complicados, porque o mar normalmente é o último recurso, agás na miña casa, que sempre viviu do mar», comenta el presidente de la cofradía. Uno de esos jóvenes armadores eumeses que apuestan por el sector es Diego Pérez. «Soy de aquí, quiero vivir aquí, tener el barco aquí y arreglar las redes aquí», remarca. En su actual embarcación lleva cinco tripulantes; en la nueva, que con la que espera poder empezar a pescar a principios del verano, irán nueve o diez.
«El trabajo en el mar requiere formación académica y oficio, y es duro», señala el secretario del pósito. «Las noches de invierno son frías, pero para mí sería mucho peor estar subido al andamio o trabajar en una cafetería», opina Francisco Álvarez, otro joven armador que también aspira a continuar creciendo en un sector que le apasiona.