«En el escenario me muevo bien y cantar no se me da mal»

PONTEDEUME

CRISTIAN ÁLVAREZ

La banda de Manuel Manquiña lleva esta noche sus originales versiones de los 60 a la Sala Coliseo de Pontedeume

11 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Hoy • Sala Coliseo de Pontedeume • 21.30 horas • 10 euros •

Manuel Manquiña es de sobras conocido como actor y showman, pero no son tantos los que saben de su faceta de cantante. Sin embargo, su amor por la música se remonta mucho tiempo atrás. Hace años militó en la banda Sporting Transilvalnia y hace poco ha vuelto a las andadas con The Fabulosos Weekend, junto a Chema Ríos y Alfonso Espiño, entre otros músicos. Esta noche demostrán su buen hacer en un concierto que tendrá como escenario la sala Coliseo de Pontedeume, donde la banda compartirá cartel con The Funkles.

 -¿Qué cabe esperare de Manquiña como cantante de Los Fabulosos Weekend?

-En el escenario me muevo bien y cantar no se me da mal. Hacemos versiones de los años 60 de grupos como The Turtles, Tommy James & The Shondells, The Sweet... Son temas que hemos mamado, con los que nos hemos desatado desde jóvenes y que intepretamos con unas letras en castellano que no tienen nada que ver con las originales pero quedan bien.

-¿Son letras para despertar carcajadas?

-No están hechas con la intención de hacer chiste ni son específicamente de humor, pero no están carentes de él. Las canciones, si no de humor, sí que tienen un toque desenfadado. Y hablan de muchas cosas, pero sobre todo del amor, del deslumbramiento fugaz nocturno y del desengaño matinal. Lo bueno es que son canciones con mucha musicalidad y con las que te dan ganas de ponerte a bailar.

-¿Cuál es el gran valor del grupo?

-Yo creo que las polifonías. Empezar una canción a capela y ver que todo el mundo está afinado es un gusto. Hacemos canciones a dos o tres voces que quedan muy chulas y llaman la atención.

-¿Y cómo se queda la gente al escucharle cantar?

-Sorprendida. Muchos dicen ‘joder, no sabía que el Manquiña cantase tan bien’. Yo creo que no tengo una gran voz, pero, como me dijo un amigo una vez en A Coruña, no hay que tener una gran voz para ser un cantante cojonudo. A mí se me dan bien ciertas tesituras y creo que cuando canto transmito, porque interpreto y vivo las canciones.